El hombre nuevo de las revoluciones

EL HOMBRE NUEVO DE LAS REVOLUCIONES.

Los ejemplos, el ambiente y la educación familiar son los que forman al individuo. 

¡Revolución! Una palabra que ha sido expropiada también por los comunistas, porque la humanidad a través de los tiempos ha tenido y tiene importantes revoluciones como, es la revolución industrial, cultural, científica, musical, religiosa y económica. A cada una de ellas le debemos grandes hombres que salieron de dichas revoluciones aportando con sus conocimientos, principios, ejemplos y valores morales, al progreso de la humanidad. Sólo la revolución social abanderada por los socialistas ha pretendido que el nacimiento del hombre nuevo sea un símbolo de lucha.
El concepto del “hombre nuevo” ha quedado indiscutiblemente ligado, al menos en el contexto latinoamericano, a la figura legendaria del Che Guevara. Fue él quien le dio forma, tanto en sus escritos como en la lucha que terminó con su vida en la quebrada del Yuro. Pero ese hombre nuevo que han formado los socialistas, en su mayoría son hombre anti valores, hombres donde el resentimiento social brota por sus poros, hombres que para ellos la propiedad privada no se respeta, hombres que desde niños la delincuencia y los asesinatos ya pasan por sus manos. 
El hombre nuevo del socialismo crece baja una anarquía que los empodera, permitiéndole bajo el lema “El poder del pueblo” a delinquir en nombre de una revolución que sólo le ha traído a la humanidad una descomposición social terrible, donde los buenos son castigados y los criminales y corruptos premiados. Este hombre nuevo que entre sus manos trae la involución se ha paseado desde Argentina hasta el golfo de México sin olvidar Rusia y uno que otro país asiático.

La revolución es una palabra llena de cambios y transformaciones donde el desarrollo y el progreso se tiene que ver reflejado, pero la revolución socialistas sólo trae miseria y división entre la sociedad, es ahí cuando el hombre nuevo con sus ideas marxistas y castristas destruyen a la clase media para ellos poder dominar por medio del hambre y del sufrimiento al ciudadano que por miedo a perder su vida se vuelve sumiso y pusilánime ante los nuevos criminales. Tenemos que aclarar que en esta revolución socialista los grandes capitales sólo cambian de manos, más no desaparece ni son repartidos equitativamente ante una población que es engañada con el cuento de la igualdad social.
¡El hombre nuevo! Es un personaje violento y del otro lado un hombre debilitado y hambreado buscado entre la basura los sueños que le prometió la fulana revolución.
Alejandro Dumas nos explica muy bien como se hace el hombre nuevo “Cuando el diablo se mezcla en los asuntos humanos para arruinar una existencia o trastornar un imperio, es muy extraño que no se halle inmediatamente a su alcance algún miserable al que no hay más que soplarle al oído para que se ponga seguidamente a la tarea” 
La sociedad debe cambiar para bien y no para mal, en ella debe existir el hombre que defienda la libertad y asuma la responsabilidad que ella exige, que en su corazón exista la solidaridad y la bondad sin quitarle la responsabilidad a su semejante, ese hombre que en su mente brille la isonomía, en su razón la democracia y en su pasión el deseo de vivir dignamente.
El hombre por naturaleza nace bueno y no cambia, sino que lo hacen cambiar, no permitamos más que sea el mal quien dirija nuestros pasos.
Luis F. Cordoba R. @lfc781para atracoalpueblo.com

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