Revista Coaching

El hombre que unió Oriente y Occidente

Por Gemitax
No fue ningún político ni gobernante, sino Anthony de Mello quien consiguió unir lo mejor de la espiritualidad de Oriente y Occidente.
El hombre que unió Oriente y Occidente
Consiguió aunar  las doctrinas budistas y las cristianas  con su personal perspectiva espiritual. 
Sacerdote jesuita y psicólogo, nacido en la India, ecléctico en sus creencias, precursor de la liberación interior, siempre ha sido criticado por la Iglesia católica por  sus doctrinas heterodoxas.
Anthony de Mello es una fuente de inspiración y sabiduría tanto para cristianos, como para budistas, como para aquellos que no tienen una religión pero quieren desarrollar su dimensión espiritual.
Aquí os dejo algunas de sus perlas de sabiduría
El hombre que unió Oriente y OccidenteRumores: El discípulo no podía reprimir las ganas que tenía de contarle al maestro el rumor que había oído en el mercado. "Aguarda un minuto" - dijo el maestro. "Lo que piensas contarnos... ¿Es verdad?". "No lo creo". "¿Es útil?". "No, no lo es". "¿Es divertido?". "No". "Entonces, ¿por qué tenemos que oírlo?".
Transformación: A un discípulo que siempre estaba quejándose de los demás le dijo el maestro: "Si es paz lo que buscas, trata de cambiarte a ti mismo, no a los demás. Es más fácil calzarse unas zapatillas que alfombrar toda la tierra".
Liberación: "¿Cómo puedo alcanzar la liberación?" - preguntó el discípulo. El hombre que unió Oriente y Occidente"Intenta descubrir quién te tiene atado" - respondió el maestro. El discípulo regresó al cabo de una semana y dijo: "Nadie me tiene atado". Este fue el momento de iluminación para el discípulo que, de pronto, quedó libre.
Lo que necesitamos para hacer que la magia pueda apoderarse de nosotros es desvanecer las dudas de nuestras mentes. Una vez desvanecidas las dudas, todo es posible.
No todos los que tienen los ojos cerrados están dormidos. Ni todos los que tienen los ojos abiertos pueden ver.
El hombre que unió Oriente y Occidente
La gente no desea la verdad. Desea promesas tranquilizadoras.
La aprobación, el éxito, la alabanza, la valoración, son las drogas con las que nos ha hecho drogadictos la sociedad y, al no tenerlas siempre, el sufrimiento es terrible.
Nos atamos voluntariamente, llenándonos de pesadas cadenas, y luego nos quejamos de no ser libres. ¿Quién te tiene que liberar si ni tú mismo eres consciente de tus cadenas?
Sólo si amas serás feliz, y sólo amarás si eres feliz.
El hombre que unió Oriente y Occidente

Volver a la Portada de Logo Paperblog