Toma mel, unas castañas asadas
Mel tenía un acné muy rebelde
El joven Chuck está hasta la p.... de su madre y sus hermanastras. Es verano y Chuck se dedica a hacer el gamba con sus amigotes. Pero también tiene un anhelo, estudiar mucho para entrar en una academia y dejar todo atrás. Y sin esperarlo se encuentra con alguien que le dará clases, ese alguien es un tipo misterioso al que miran con recelo en el pueblo. Y Chuck no encontrará sólo un profesor, sino un amigo y un referente paterno que nunca tuvo.Pues no está del todo mal esta cinta noventera heredera lejana de pelis de chavales aventureros de los ochenta, pero suena a demasiado trillado el tema de la relación amistosa entre el chavalito "raro" y el tipo huraño que se hace coleguilla del crío.
El nene parece que le daba a los cigarros de la risa
Aquí tenemos el debut de Mel Gibson como director, adaptando una novela de Isabelle Holland, aunque muy alejado de los caminos que tomaría después con Braveheart, La pasión de Cristo o Apocalypto. Aquí se marca una cinta sin demasiada complejidad, más destinada al consumo familiar aunque con ciertas aristas emocionales sobre todo en la última media hora donde la trama da cierto giro que hace que lo que parecía una película pesada de dos horas, gane algo de interés al final (pero con moralina incluida), aunque no suficiente como para recordarla por mucho tiempo.El prota es Nick Stahl, al que un poco más crecidito veríamos en la serie Carnivale o como el peor John Connor de la saga Terminator. También me pareció reconocer a Gaby Hoffmann, y efectivamente, era ella, recientemente vista en la serie de Amazon, Transparent.