Una universidad en China decidió separar a sus estudiantes según el signo zodiacal de cada uno.
Como si no fuera suficiente, dicen que esto está dando mejores resultados:
La Universidad de Biociencia y Biotecnología de Yangzhou, en la República Popular China, ha tomado una decisión poco acorde a su perfil científico, la de separar a sus alumnos en aulas de acuerdo con su signo del zodiaco, pero además el método, según profesores y estudiantes, está dandoresultados positivos.
De acuerdo con los diarios locales, tras la aplicación de este método poco ortodoxo la asistencia a las clases ha aumentado “significativamente” y los estudiantes “están más animados y atentos en clase”.
Claramente, en dicha universidad no conocen el efecto Hawthorne.
La mejor explicación se encuentra en Mala ciencia deBen Goldacre:
En 1923, Thomas Edison (sí, el de la bombilla) presidía el Comité sobre la Relación entre la Calidad y la Cantidad de Iluminación y la Eficiencia en las Industrias. Varios informes elaborados por diversas compañías habían sugerido que una mejor iluminación posiblemente incrementaba la productividad, por lo que un investigador llamado Deming fue con su equipo a contrastar esa teoría a la planta Hawthorne de Western Electric en Cicero (Illinois).
Les daré aquí la versión «mítica» simplificada de los resultados, tratando de lograr un raro equilibrio entre erudición y simplicidad. El hecho es que, cuando los investigadores aumentaron los niveles de luz, descubrieron que el rendimiento mejoraba. Pero cuando redujeron dichos niveles, también mejoró el rendimiento. En el fondo, lo que descubrieron fue que, hicieran lo que hiciesen, la productividad se incrementaba. Aquel hallazgo resultó ser de gran importancia: cuando alguien les dice a los trabajadores que están participando en un estudio especial para mejorar su productividad y, entonces, ese alguien hace algo, los trabajadores mejoran su productividad.
Así es: cuando se examinan los resultados a raíz de un cambio, el rendimiento mejora; como cuando una universidad decide cambiar los estándares con los que separa a sus alumnos en los salones de clase y luego evalúa la efectividad de la medida.
Tanto si en Yangzhou no sabían esto, como si prefirieron omitirlo, resulta lamentable.
Fuente: DE AVANZADA