En la nota anterior publicada en relación con este tema, describíamos cómo había evolucionado el procedimiento de ayuda puesto en marcha por los países nórdicos de una manera casi inmediata y paralela al estallido de la Guerra Civil, pasando del envío cuantioso de material médico y ayuda alimentaria, a la instalación en Alcoi de un hospital que acabó teniendo tantas camas en la época como el Hospital de Nacional de Oslo.
Los países nórdicos actuaron con una coordinación perfecta. En España, las primeras noticias que llegan sobre el proyecto hospitalario lo hacen a través de la prensa escrita al comenzar el mes de febrero de 1937: "...A consecuencia de las negociaciones entre los Comités sueco y noruego para el socorro de España, se ha decidido organizar la colaboración permanene para establecer un hospital en España. Cada uno de los Comités ha entregado 125.000 coronas. El personal sanitario estará formado por médicos y enfermeras suecos y noruegos. Se calcula que el hospital podrá se instalado este mismo mes de febrero. Aunque no se ha fijado el lugar de emplazamiento del hospital se tiene la intencion de que sea bastante alejado del frente. La Vanguardia, 5 de febrero de 1937".
En el mes de marzo, el mismo periódico publicaba una información firmada por su corresponsal en Estocolmo, Ernesto Dethorey: "...No hace todavía dos meses escribíamos en estas mismas páginas sobre la adhesión y ayuda del pueblo sueco a la causa de la libertad española. Hoy debemos dar cuenta de una nueva prueba de solidaridad y sentimientos humanos. Esta vez son dos países, Suecia y Noruega, los que han asociado sus nombres para la realización de una obra humanitaria. Estos países escandinavos no se han contentado con organizar una colecta a favor del pueblo español (sólo en Suecia, lo recaudado por el Comité de Socorro a España y por las diferentes organizaciones obreras, ha ascendido a más de un millón de coronas); no se han contentado con enviar víveres, ropas, artículos sanitarios; no se han contentado con organizar los actos de solidaridad que tienen lugar con frecuencia en las principales poblaciones de ambos países... Es una ambulancia entera, todo un hospital de campaña, perfectamente equipado en todos sentidos, lo que envían ahora a España estos países escandinavos, Suecia y Noruega, para mostrar una vez más al verdadero pueblo español hasta dónde llegan los verdaderos sentimientos de solidaridad, humanitarios y de fraternidad de la población obrera y democrática de estos países nórdicos.
Esta semana sale, pues, para España la ambulancia que costean por partes iguales los Comités de Socorro a España de Suecia y Noruega. Es, por consiguiente, el verdadero pueblo de estos países el que ha contribuido y contribuye con su óbolo a la realización de esta labor humanitaria que va a desarrollar la ambulancia, llevando a las tierras ibéricas, ahora doloridas, el auxilio y el consuelo, hermanados, de la ciencia y el amor a los semejantes.
Deseando ampliar y hacer más eficaz y práctica la labor de ayuda a España, los Comités de Socorro de Suecia y Noruega establecieron hace poco una estrecha colaboración que ha dado por resultado la creación de esta ambulancia mixta de sanitarios suecos y noruegos. La organización de este hospital de campaña se ha llevado a cabo con gran rapidez, pues los Comités de Socorro han tenido interés de que esta labor de ayuda sea puesta en práctica sin tardanza. Componen la ambulancia una veintena de personas en total, la mitad de cada país poco más o menos. Se calcula que podrán instalar un centenar de camas, lo cual indica la importancia de la labor que desarrollarán.
Con el fin de conocer detalles sobre la ambulancia, nos dirigmos al abogado Georg Branting miembro del Senado sueco, presidente de la Ejecutiva del Comité sueco de socorro a España y presidente al mismo tiempo del Comité sueconoruego que ha tenido a su cargo la organización de la ambulancia. El señor Branting, a punto de marchar para Londres, junto con otros miembros del partido social demócrata, para representar a Suecia en la importante reunión que allí van a celebrar las Internacionales para tratar la cuestión de España, nos ha dado con amabilidad los siguientes datos:
El grupo sueco se compone, además del doctor Nils Silfverskiöld, que es el jefe de la ambulancia, y del capitán Bjarne Natt Och Dag, que ha sido designado intendente de la misma, de un médico, tres enfermeras, dos mecánicos, un cocinero y una intérprete. El grupo noruego está compuesto de un médico, un segundo intendente y media docena de enfermeras. Varios de los expedicionarios hablan correctamente el castellano. Saldrá primero el grupo de los jefes, que harán el viaje en avión, vía París, hasta España, con el fin de ultimar sobre el terreno los preparativos para la instalación. El segundo grupo, el del personal, embarcará en Gotemburgo para Amaberes, para dirigirse por tierra hasta la frontera española. Los jefes de la ambulancia saldrán al encuentro de este grupo, reuniéndose todos en la frontera y entrando juntos en España.
La expedición ha sido planeada con todo detalle y cuidado, añade el señor Branting. No se ha dejado nada al azar. Nos han asesorado técnicos de reconocida competencia, entre ellos el doctor Israel Holmgren, miembro del Comité de Socorro, la Cruz Roja sueca y el Ministerio de Defensa, además del jefe de la ambulancia, que posee excelentes conocimientos sobre estas cuestiones (el doctor Silfverskiöld es uno de los cirujanos más conocidos de Estocolmo, en su especialidad). El equipo santiario será tan abundante, que podrá cederse parte del material a otros hospitales que lo necesiten. El material rodado de la ambulancia lo componen dos automóviles, dos camionetas y un coche-ambulancia.
Como ya hemos dicho, costean la ambulancia por partes iguales suecos y noruegos. En Suecia se ha comprado ya material por valorde 60.000 coronas, y los noruegos llevarán consigo otro tanto. Los Comités sueco y noruego asignarán al principio 125.000 coronas cada uno para la ambulnacia, pero en la última reunión que celebraron se acordó asignar cada uno 75.000 coronas más.
Se calcula que la ambulancia sueconoruega pisará tierra española el 21 ó 22 de este mes (marzo de 1937). No cabe duda de que se le tributará a la llegada y por donde quiera que pase el recibimiento y homenaje que merece. La ambulancia representa el esfuerzo de dos pueblos unidos que acuden en ayuda de otro pueblo hermano, por humanidad y por solidaridad hacia la causa que defiende, que es la de la libertad de todos los pueblos. La despedida tributada a la ambulancia en Estocolmo ha sido, aunque íntima, muy digna. El ministro (embajadora) de España, señora Isabel de Palencia, recibió en la Legación al grupo sueco, rodedada del Comité de Socorro, de numerosas personalidades que han contribuido a la realización de esta empresa y de simpatizantes con nuestra causa antifascista. La señora de Palencia despidión a la ambulancia con sentidas palabras y tuvo frases de gratitud para todos los que han cooperado a la ejecución de la idea ¡Que el recibimiento que en España se tributea la ambulancia sueconoruega sea igualmente digno! ¡Que sea como un abrazo caluroso, cordial, expresivo, genuinamente español! El entusiasmo que demuestran estos pueblos nórdicos por nuestra causa es ejemplar y merece nuestra gratitud y nuestra más entusiasta acogida."
Foto tomada en la mesa de operaciones del Hospital Sueco Noruego de Alcoi: Los Doctores Hagtvedt y Nystrom, ambos de Suecia. Los primeros heridos que atendió el hospital, llegaron por ferrocarril a Alcoi procedentes de los frentes de Córdoba y Madrid.
*Los primeros heridos llegaron al Hospital Sueco Noruego el día 19 de mayo de 1937. Jóvenes que hoy apenas alcanzarían la mayoría de edad, mutilados, heridos de bala... El espectáculo debió suponer un impacto anímico considerable para todo aquel equipo médico que venía a España consciente del combate que se libraba pero que, no obstante, hasta la fecha sólo habían visto de muy lejos. A pesar de la existencia de intérpretes, la intervención de los equipos médicos nórdicos no puede prescindir de las señas para hacerse entender, sin embargo esto no va a impedir el ejercicio de su labor, que continuará hasta el momento en el que se produce la fransferencia de la gestión al equipo médico español, del que forma parte el doctor Manuel Bastos Ansart, que tendrá lugar el 20 de septiembre de 1937.
A través del comunicado que en diciembre de 1938 publicó la Oficina Internacional en favor del Niño, sabemos cómo cerró sus puertas el Hospital Sueco Noruego de Alcoi: "... La Delegación de Valencia de la O.I.E. nos ha enviado un telegrama que dice: Hospital Provincial destruido. Alrededor del Hospital sueco-noruego han caído muchas bombas, rompiéndose todos los cristales. Han quedado derribadas muchas casas, donde pasaban unas semanas los convalecientes. La población civil vive en los campos. Ha quedado destruida una colonia infantil, salvándose milagrosamente todos los niños. Apelamos a los Comités internacionales de ayuda a los niños españoles para evitar la continuidad de este horror, que destruye paulatinamente todos los refugios destinados especialmente a los niños."
** Primera dotación de personal con la que contó el Hospital Sueco Noruego de Alcoi
*La información e imágenes utilizados para la redacción de este apunte provienen de la página noruega dedicada a DEN SPANSKE BORGERKRIG
** De izquierda a derecha, sentados en el suelo en primera fila: Gunnar Finsen, médico; Effi Leganger, enfermera; Erik Rabo, médico sueco; Ingerid Stanler, fisioterapeuta; Gunnar Niström, médico; Johan Wingerstrand, médico; Marthe Nygaard, enfermera; Alf Manum, farmacéutico; Lars Kjonnegard, enfermero. De izquierda a derecha, sentados en la fila central: Gunnar Petersen, médico; Dagny Olsson, enfermera sueca; Bergljot Ursin-Holm, enfermera; Stina Bäse, enfermera sueca; capitán Natt och Dach, intendente; Nini Haslund Gleditsh, gerente; Lorens Sjödin, administrativo; Bertha Olufsson, enfermera; Asta Kihlander, enfermera sueca; Brita Edman, fisioterapeuta sueca; Karen Marie Berget, enfermera; Gunnar Johnson, médico; Johannes Hagtvet, médico. En la fila última, de izquierda a derecha: esposa del capitan Natt och Dach; Martin Haugland, enfermero; Kitty Sevaldsen, enfermera.
Et si omnes, ego non.