En la población de Beaune, en la región de Borgoña, se encuentra uno de los más bellos ejemplos del gótico final francés: el hospicio de Beaune, llamado también Hôtel-Dieu (el hotel de Dios), una institución que tuvo gran importancia en el Ducado de Borgoña.
El Hôtel-Dieu fue fundado en 1443 por Nicolas Rolin, canciller del duque Felipe III de Borgoña. En una época de guerras y miseria, se hacía necesario crear lugares que acogieran a la población sin recursos. El hospicio daba asilo, comida y atención médica a los más pobres; y se mantenía económicamente gracias a la venta del vino que producían los terrenos que tenían asignados. Ha funcionado ininterrumpidamente desde su fundación, aunque hoy se ha trasladado a unas instalaciones modernas.
El de Beaune es uno de los hospicios más bellos de Francia, destacando sobre todo por sus tejas policromadas (aunque las originales fueron sustituidas a principios del siglo XX), un estilo que llegó a convertirse en característico de Borgoña. El interior de los edificios no deja tampoco indiferente, siendo la más importante la Sala de los Pobres, la más grande del complejo. También se encuentran varias obras de arte con influencias del estilo flamenco.