Portada de 'El hotel de los líos', de Daphne Uviller
Zephyr Zakermman es detective auxiliar en la Comisión de Investigaciones Especiales de la ciudad de Nueva York. No le preocupa tanto su trabajo como su vida personal y es que la decisión de no querer tener hijos parece que no le ha gustado ni a su novio ni a su familia. Mientras se debate por la decisión que debe tomar, Zephyr recibe un encargo profesional que puede suponer su salto definitivo en la Comisaría: se tendrá que hacer pasar por conserje en un hotel del que misteriosamente no deja de desaparecer dinero. Cuando ya está instalada el caso da un giro y una llamada desde la habitación 502 hará que sus perspectivas profesionales en este hotel familiar, cambien por completo. Esa llamada es la de un huésped asfixiándose y no tiene más remedio que sumergirse en una disparatada investigación que, por si fuera poco, le llevará a una conocida clínica de fertilidad.
Poco a poco iremos conociendo a Zephyr, a su familia, a su ex, a un bombero por el que babeará, a sus amigas, a la suegra de una de ellas y sobre todo, a los misteriosos huéspedes del hotel que serán sospechosos de intento de asesinato. Al final todas las pistas darán con el verdadero culpable y con los oscuros intereses que hay detrás para intentar llevar a cabo ese asesinato. Zephyr no lo tendrá fácil ya que a las dificultades que presenta la investigación se sumarán sus problemas familiares y también sus torpezas y meteduras de pata. ¿Será capaz de resolver el caso?
'El hotel de los líos' es una divertida novela que mezcla dos géneros, el Chick-Lit y el policiaco (no llega a ser negro). Aunque esta fusión pueda resultar extraña, lo cierto es que la autora consigue que mantengamos la atención durante todo el relato y que disfrutemos de los mejor de los dos géneros. Tiene escenas realmente cómicas y divertidas y otras que parecen sacadas de una novela de detectives más seria. Esa rareza es la que ha hecho que esta lectura sea especial.
Zephyr, la protagonista, es una anti-heroína, una chica de la calle, con sus preocupaciones, con sus presiones familiares y con el deseo de formarse como una auténtica profesional. Lo que más me ha gustado de ella es su naturalidad y sus meteduras de pata (algo que sinceramente me ha divertido y por lo que me he sentido identificada). Sobre ella se soporta el argumento de la novela y sobre ella recae todo el peso del resto de personajes secundarios (me ha encantado su amiga la gafe), aunque hay algo al final que no me ha gustado y que rompe un poco ese discurso que ella mantiene durante toda la novela. Si hay algo que tiene este libro también es la sencillez del lenguaje, los diálogos y la fluidez durante toda la narración. Es muy fácil de leer y eso hace que nos enganchemos más a este libro que se lee rápidamente y que, sin duda, entretiene.
Recomendable para pasar un rato divertido y alejado de preocupaciones.