Título: El hotel de los líos
Autora: Daphne Uviller
Editorial: Esencia
Año de publicación: 2012
Páginas: 314
ISBN: 9788408108474
Una
vez recuperada de mi crisis lectora, he retomado con muchas ganas mi
pasión por la literatura. Y mi gran amiga María, del blog De todo
un poco, ha contribuido a ello prestándome un montón de libros que
iré compartiendo con todos vosotros conforme los vaya leyendo. El
primero de los libros de María que me he animado a leer ha sido El
hotel de los líos, de
Daphne Uviller. Nada más verlo su portada y su título me llamaron
la atención, y tras leer la sinopsis me entraron unas ganas enormes
de leerlo.
La mezcla entre novela policíaca y chick-lit ya me gustó
en Redes de pasión, la novela de
Raquel Antúnez, y ahora he vuelto a disfrutar mucho con esta unión
de géneros. La
protagonista de esta historia es Zephyr Zakermman, una joven
treinteañera que trabaja como detective auxiliar en la Comisión de
Investigaciones Especiales de Nueva York. Está dispuesta a darlo
todo en su nuevo trabajo con tal de quitarse la etiqueta de fracasada
que ella misma se ha colgado después de dejar a medias dos carreras
universitarias y de no encontrar su sitio. Por eso intenta superar
los obstáculos que le pone su jefa, Pippa, la comisaria y, sobre
todo, sus compañeros, que la tratan de novata y se burlan de ella
por ser nueva y, cómo no, por ser mujer.
Pero
el mayor fracaso de Zephyr es su vida personal. Su novio, Gregory, le
ha dejado porque ella insiste en que no quiere tener hijos, ni ahora
ni nunca. Ni siquiera quiere planteárselo, pensarlo mínimamente o
dejar esa puerta abierta para el futuro. Y eso ha disgustado no solo
a Gregory, sino también a los padres de Zephyr y hasta a su hermano
pequeño. Todos le tratan como si estuviera loca por no querer tener
hijos.
Por
si fuera poco, Zephyr tiene que enfrentarse no solo a su vida
sentimental, también a la de sus amigas. Macy trabaja como
organizadora de bodas y está convencida de que es gafe. Mientras que
Lucy está casada con Leonard y es madre de los mellizos Alan y
Amanda. Su vida sería perfecta si no fuera porque vive en un pueblo
que detesta y que su suegra se ha convertido en su mayor pesadilla.
Pero
vamos a dejar la parte chick-lit de la novela para centrarnos ahora
en la parte policíaca. En el nuevo caso que le han asignado Zephyr
tiene que trabajar por primera vez de incógnito, como conserje del
hotel Greenwick Village, un pequeño y pintoresco establecimiento,
propiedad de la misma familia durante tres generaciones. El patriarca
es Ballard McKenzie y su sucesor es su único hijo, Hutchinson, un
joven chulo, prepotente, creído y autoritario. El padre sospecha que
su hijo ha robado cien mil dólares del hotel.
Pero
el caso del dinero pasa a segundo plano cuando en la habitación 502
aparece una noche un joven medio asfixiado que, además, es el primo
de Hutchinson y, por tanto, el sobrino del propietario del hotel. ¿Ha
sido un intento de suicidio o de asesinato? ¿Qué sabe realmente
Kimiko Hodges, la anciana, entrometida y sabelotodo japonesa que se
aloja en la habitación de enfrente? ¿Qué tiene que ver todo esto
con el resto de huéspedes?
No
quiero desvelaros nada más de la trama policíaca, solo deciros que
engancha mucho, porque tiene ritmo, intriga, suspense y sorpresas.
Pero si algo me ha gustado es la propia protagonista. Zephyr es
única. Hace reír, por sus meteduras de pata, por sus comeduras de
tarro, por su naturalidad. Es cercana, real, creíble, es una chica
normal, de la calle. Y eso hace que sea muy fácil sentirse
identificada con ella, con sus problemas y preocupaciones y, sobre
todo, cogerle mucho cariño.
Así
que si queréis leer una historia policíaca, una de chick-lit o
simplemente conocer a Zephyr, este es vuestro libro. A mí no me
queda más que recomendaros esta divertida novela. Leerla. Seguro que
no os arrepentís. Mi estancia en el hotel de los líos ha sido una
delicia. Espero que la vuestra sea igual o mejor.
Si te interesa el libro puedes encontrarlo aquí.