Barcelona es una de las ciudades más reconocidas a nivel mundial por un gran número de aspectos: su arquitectura, gastronomía, playas cercanas, así como una oferta de establecimientos tan variada como extensa. Es ésta última la que, ante una cifra de más de ocho millones de usuarios de hoteles en el año anterior, ha tenido que adaptarse y evolucionar para poder ofrecer una mejor competitividad interna y externa. Siguiendo esta línea, uno de los casos más rupturistas con las tendencias generalizadas ha sido la apuesta del Hotel Reding Croma por profundizar en la filosofía ‘Croma’.
"Una estancia en el Hotel Reding Croma es una oportunidad para tener una nueva visión sobre los colores y lo que representan", explica la Directora del Proyecto, Cori Mercadé, en referencia a cómo este nuevo estilo trata de conseguir que la visita de los de clientes a la ciudad se complemente con una experiencia sobre el color y su simbología.
Y es que con más de 700 establecimientos turísticos según las últimas estadísticas recogidas por Idescat, Mercadé sugiere un tipo de estancia 3D con el diseño del Hotel Reding, en contraposición a las habituales ofrecidas por la competencia, jugando con paletas de luces y colores ubicados de manera estilística para conseguir nuevos efectos visuales en los usuarios del hotel.
"La ideóloga del proyecto es una artista y no una interiorista y creo que es un hecho diferencial que hace que el hotel sea tan especial", detalla la Directora del Proyecto acerca de una perspectiva muy diferente a las habituales y que compara con un centro de arte, en el que el visitante no sólo se fija en la exposición de las piezas sino también en lo que explican cada una de ellas.
Una explicación que viene dada a su vez en forma de acertijo para todos aquellos que quieran descubrir las motivaciones ocultas para que cada piso del Hotel Reding Croma presente un color particular: "En cada piso hay escondido un pecado capital asociado a su color y encontrarlo es el reto que proponemos a nuestros clientes", explica Mercadé
En palabras de los responsables del proyecto, la asociación de Barcelona como una ciudad de luz y color tanto por sus características mediterráneas como por movimientos artísticos como el Modernismo "nos llevó a introducir los colores en cada uno de los rincones del hotel, pero haciéndolo con sentido". Rojo, azul, amarillo, verde y naranja son los colores elegidos para reforzar esta planificación que se encuentra repartida no sólo en las zonas comunes del hotel, sino hasta en la propia decoración de cada una de las habitaciones, según el piso en que se encuentren.
De la misma manera, la ubicación de las intalaciones del Hotel Reding Croma también ha sido un punto que ha jugado su papel, ya que la cercanía con los grandes centros culturales de la ciudad, MACBA (Museu d’Art Contemporani de Barcelona) y CCCB (Centre de Cultura Contemporània de Barcelona), ha hecho que el Proyecto Croma busque que los clientes “se sientan alojados en la punta del iceberg de la gran ciudad que es Barcelona”, puntualiza Mercadé.