“Huevo” es una palabra pluriempleada. Mientras “jarrear” ( que significa llover copiosamente) está casi sin trabajo por poco uso ,el huevo está integrado con normalidad en nuestro lenguaje cotidiano.
Pero es que el huevo es flexible. Sirve para casi todo.
Puede servir para expresar algo tan material como la cantidad -cuesta un huevo- o, la misma frase pero expresando la dificultad - Me está costando un huevo escribir este post-. También significa coraje - tener un par de huevos- la indignación si le pones unos signos de admiración-¡Tiene huevos!-, la cabezonería - los tiene cuadrados-, el miedo- se me han puesto los huevos de corbata-, la oportunidad- me lo has puesto a huevo-, la negación -¡Y un huevo!-, sorpresa-tiene huevos la cosa-, molestia -tocar los huevos-o si eres tu mismo el que se los toca, entonces signifca pereza -tocarse los huevos-…
Si además cambias las unidades numéricas, un par, mil pares, etc…, las posibilidades son infinitas.Eliges esa palabra para un post y es como la gallina de los huevos de oro… Van saliendo.
Tanto huevo , sólo para poder colgar mi última e-card para el Día de los Enamorados. Y es que claro, venía a huevo...