El fracaso en España de su gran apuesta televisiva, Vientos de agua (2006), en un momento en el que aún no habían despertado interés las miniseries de ficción, parecía conducir a Juan José Campanella a dedicarse solamente al cine, donde ha conseguido sus mayores éxitos. Pero el director argentino ha sabido mantener su carrera entre la pequeña y la gran pantalla. Por un lado, dirigiendo distintos episodios de la serie House, y por otro construyendo perfectos ejercicios cinematográficos como El secreto de sus ojos. Hay que decir que Vientos de agua era una serie de altura, pero los espectadores españoles le dieron la espalda, o quizás es que hay productos que cuando se emiten en determinados canales de televisión parecen perder su aprecio (cuando introduces un pastel en un estercolero, el pastel acaba sabiendo a mierda).
El hombre de tu vida es la última producción de Campanella, que incluso renunció a dirigir un episodio de la última temporada de House para dedicarse a su creación, realizada junto a Marcela Guerty. La apuesta en este caso ha dado resultado, con una audiencia fiel en el canal Telefé y un éxito de ventas en el pasado Mipcom, Mercado de la Televisión, con seis versiones internacionales ya comprometidas.
El hombre de tu vida es una de estas producciones que parecen tener todo a su favor. Podríamos decir que es, en tono y humor, lo más parecido que Juan José Campanella ha hecho últimamente a su gran éxito cinematográfico El hijo de la novia. Guiones sencillos pero engrasados a base de diálogos que juegan en muchas ocasiones con el doble sentido, actores de lujo encabezados por un trío protagonista inmenso (Guillermo Francella, Mercedes Morán y Luis Brandoni), una realización que se acerca más a la narrativa cinematográfica que a la televisiva... Y como tema central, el amor y sus consecuencias. Guillermo Francella, ese actor que sabe construir personajes que rebosan empatía con el espectador, es aquí un seductor profesional que se dedica a enamorar a mujeres que llaman a una agencia de contactos, para luego desenamorarlas, pero dejándolas con ese sabor de boca romántico que sin embargo no las destruye sentimentalmente, sino todo lo contrario, alimenta su futuro emocional. Mercedes Morán es su jefa y prima, y resulta perfecta en esa dosis de cinismo que desprende, pero que alberga una vida sentimental de mierda que la ha mantenido unida durante once años a un hombre casado y pichafloja. Y Luis Brandoni es el contrapunto sensato (o insensato) que le otorga su sotana, un confesor y amigo al que acude el protagonista cada vez que necesita consejo. Tampoco hay que olvidar a Tupac Larriera, el hijo adolescente del personaje principal, que desprende una naturalidad difícil de encontrar en actores de estas edades. El hombre de tu vida, hay que decirlo, juega con ventaja. Se dirige al espíritu romántico de los espectadores y en ese sentido puede resultar a veces un poco ñoña. Da igual. Resulta efectiva en su sencillez y en sus pretensiones. Es un divertimento perfectamente construido que no tiene la profundidad temática de House (por poner un ejemplo cercano a Juan José Campanella) pero que se sostiene sobre recursos perfectamente válidos. Es televisión comercial de calidad. Y eso la sitúa al nivel de las grandes producciones televisivas anglosajonas. Con un excelente resultado de audiencia en su estreno el pasado mes de julio, los índices se han mantenido estables hasta el último episodio de la temporada (emitido este domingo), que tenía a la mismísima Graciela Borges (una de las grandes estrellas del cine argentino) como invitada especial. Ya se está rodando la segunda temporada de El hombre de tu vida, y parece que el interés despertado va a convertir a esta astuta comedia en uno de los hitos de la televisión argentina.