Agradezco al profesor Roberto Cardil – de la magnífica página Matemáticas visuales – su información de la colocación de un “ycocedron vacvvs” en una rotonda de Alcalá de Henares, en el cruce de la calle Lope de Figueroa con Luis Madrona.
En el acceso a Urbino se encuentra uno similar como homenaje a Leonardo da Vinci.
El icosaedro en la tradición platónica es el sólido regular del agua por ser el más fluido, pero pese a ser el que mejor rueda no es el óptimo en la relación volumen y superficie exterior, ese privilegio lo tiene su dual: el dodecaedro.
Cada rectángulo formado por una arista y su opuesta es áureo; esto puede verse muy bien en las deliciosas esculturas de integridad tensional como la de Alicante, donde las únicas barras rígidas son los lados mayores del rectángulo áureo.
De los poliedros construibles en grandes dimensiones es el más espectacular: fue elegido por Puig Adam para recibir a los congresistas de la Comisión Internacional para el Estudio y Mejora de la Enseñanza Matemática (CIEAEM) en 1957. El montaje se facilita por tratarse de una estructura de triángulos que no necesita que los vértices sean rígidos.
Con el icosaedro, Alcalá añade un poliedro platónico a la interesante colección de esculturas que acompañan al tramo conservado de la antigua muralla de la ciudad.