Revista Viajes

El icosaedro volador de Alicante

Por Angelrequena

Icosaedro Alicante R

En conmemoración del Campeonato Mundial de Fútbol de 1982, que tuvo en Alicante una de sus sedes, se construyó un gran icosaedro basado en el principio de tensigridad, término acuñado por el creativo arquitecto Richard Buckminster Fuller como síntesis de “integridad tensional”. Se trata de estructuras de barras rígidas con cables que solo trabajan a tracción.

Los balones de fútbol de la época (todavía es el más común) eran esferas obtenidas de un icosaedro truncado, que precisamente es una de las formas que adoptan las prometedoras estructuras monocapa de carbono llamadas fullerenos.

El icosaedro de Alicante lleva el significativo título de Seccions des Aurees y fue diseñado por el estudio de Juan S. Pérez i Parra y José L. Frías Wamra con la colaboración del ingeniero Florentino Regalado. Ahora se encuentra en la avenida de Denia, debajo del centro comercial Mar2.

La arista del icosaedro mide unos 7 metros y las barras 7 veces el número áureo, algo más de 11 metros. La estructura trabaja con los tres rectángulos áureos (triedro trirrectángulo del icosaedro) pero faltando las seis aristas (de las treinta) que cierran los rectángulos. La combinación de las seis barras (prismas hexagonales) con los cables produce una sorprendente sensación de ligereza.

Desde el punto de vista didáctico, la estructura es interesante por ser los rectángulos áureos los que permiten determinar de forma fácil el radio de la esfera circunscrita y el volumen del icosaedro. Las barras más apropiadas hubieran sido las pentagonales: la presencia del pentágono es dominante y los cables saldrían de forma más natural.

El icosaedro queda definido por 24 cables, faltan los seis que cerrarían los rectángulos áureos. Los pentagonos se aprecian con los cinco vértices equidistantes del extremo de cada barra.

Icosaedro de Fuller
Construyendo un modelo del icosaedro de Fuller se observa que al quitar las seis aristas de un icosaedro regular y sustituirlas por las diagonales de pentágonos (que forman los rectángulos áureos) obtenemos un icosaedro cóncavo con ocho caras que son triángulos equiláteros y doce que son triángulos isósceles áureos. El estudio de las simetrías del poliedro tiene cierto interés: ejes de orden 3 y 2, planos de simetría y simetría central.

El castillo de Santa Bárbara al fondo espera el inicio del vuelo pero el triángulo equilátero de la base mantiene anclado tan etéreo icosaedro.

Icosaedro Alicante D

Para saber más:  Seccions des Aurees 


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