Revista Remedios

El ictus también afecta a los jóvenes

Por Gabriel Giner @esaludcom

En la última semana la Sociedad Española de Neurología ha aportado una serie de datos relativos al ictus, una enfermedad cada vez más habitual entre la población a nivel global.

Se estima que el 17% de las personas la sufrirá a lo largo de su vida, la mitad de las cuales padecerá secuelas de carácter grave, o fallecerá.

Prevalencia del ictus en España

Ictus en jóvenes

En términos absolutos, cada año en España sufren un ictus 120.000 personas. Actualmente es la segunda causa de muerte a nivel nacional. No obstante, este trastorno sigue siendo un gran desconocido entre la población. La gran mayoría de personas no conoce cuáles son sus síntomas y, además, cree que afecta única y exclusivamente a personas ancianas.

Si bien es cierto que el envejecimiento es uno de los factores de riesgo principales del ictus, no es verdad que la enfermedad afecta sólo a personas mayores. Es más, en los últimos años es cada vez más frecuente en personas menores de 55 años.

Aunque existen varias investigaciones acerca de este tema, se estima que en apenas dos décadas los casos de ictus en personas de entre 20 y 64 años han aumentado en un 25%.

Los expertos creen que este hecho encuentra su razón en varios factores. Por un lado, cada vez es más habitual la exposición a componentes de riesgo. Por otro lado, el número de jóvenes obesos está aumentado a un ritmo de vértigo, lo cual tiene un gran impacto sobre la salud cardiovascular. Y, por último, existe una gran tendencia hacia un estilo de vida sedentario.

El ictus no afecta sólo a personas mayores

Los neurólogos señalan que es esencial extender entre la población el hecho de que esta enfermedad no afecta en exclusiva a ancianos. Los jóvenes tardan más tiempo en solicitar ayuda cuando sufren los síntomas propios del ictus ya que no consideran que a su edad este trastorno les pueda afectar.

Ante determinados indicios como alteraciones en el lenguaje, pérdida de fuerza en alguna área del cuerpo o la falta de equilibrio, es de vital importancia solicitar atención médica de forma urgente. Y es que, el tiempo de reacción influye de forma notable en las secuelas de un accidente cerebrovascular. Si un ictus no se trata a tiempo, el riesgo de secuelas de carácter grave y crónico aumenta de manera notable.

La rapidez en la atención es un factor esencial en la recuperación. Por lo tanto, es importante que los jóvenes conozcan que a ellos también les puede afectar el ictus y deben solicitar ayuda ante el más mínimo síntoma.

Ictus: síntomas y tratamiento

Ictus: síntomas y tratamiento

Saber reconocer los síntomas propios del ictus y actuar ante ellos es de vital importancia. En la gran mayoría de los casos las personas pierden fuerza o sensibilidad en un lado del cuerpo de forma repentina. Además, presentan una gran dificultad tanto para hablar como para entender lo que se les está diciendo.

En determinados casos también puede darse una pérdida de visión brusca. Otro indicio que caracteriza esta enfermedad es la dificultad para caminar debido al mareo y desequilibrio.

Ante estos síntomas, la mejor medida es llamar al 112. En ningún caso hay que trasladar al paciente hasta el hospital por cuenta propia ni darle ningún tipo de medicación. Una vez en el centro médico los especialistas determinarán si se trata de un ictus isquémico o de un infarto cerebral.

Los indicios de ambos trastornos son prácticamente idénticos, pero el tratamiento que se debe aplicar es diferente.

Ictus: factores de riesgo

Existen determinados factores de riesgo vascular como la edad, el sexo o la raza que no se pueden modificar.

No obstante, hay otros que se pueden evitar llevando un estilo de vida saludable y equilibrado: hipertensión arterial, tabaquismo, obesidad y alcohol. Se estima que el 90% de los ictus pueden prevenirse con hábitos más saludables.


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