Se presenta en una polvera de plástico negro con un espejo en su interior. Se trata de un polvo compacto ultra fino de textura sedosa, en un tono champagne-beige. No es purpurinoso, todo lo contrario, proporciona un acabado impecable, además de ser de larga duración. Se adhiere perfectamente a la piel.
¿Por qué me gusta? Aporta luz a la piel, pero de forma muy natural. Es un polvo tan fino, que cuando lo depositamos en la piel, en las zonas estratégicas, es como si estuviéramos al sol, iluminadas. Además el color es beige nacarado, sin brillos o purpurinas, por sí solo ilumina. No sé nota que lo llevamos puesto, tan sólo pasando la brocha por el rostro queda fijado, sin necesidad de difuminar.
Para mí ha pasado al puesto número uno de los iluminadores, por ser precioso y magnífico. Es el punto y final de cualquier maquillaje. Queda ideal en lo alto del pómulo, el arco de la ceja y el arco de cupido. Tal y como diría María,¡ lo necesitáis para vivir!
La polvera contiene 10 gramos y tiene un precio de 30,03€. No es barato que digamos, pero es un polvo de elevada calidad. Lo podéis adquirir en salones profesiones o en su web (enlace)
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