Buenos días desde Academia Cruellas. Hoy vamos a ver el enfoque que proporciona G. Ryle al lenguaje psicológico y más en concreto en torno a la distinción tradicional, cartesiana entre lo mental y lo físico.
¿Porque Ryle? Por el impacto y originalidad de su obra El concepto de lo mental. En segundo lugar porque esta obra es afín al segundo Wittgenstein tanto por lo que se refiere a su concepción de la actividad filosófica, como por lo que se refiere a su convicción de que en el origen de los problemas filosóficos se encuentra algún malentendido respecto del funcionamiento lógico del lenguaje.
Ryle no habla de «usos» o «juegos lingüísticos» sino de «errores» o «confusiones categoriales». Podemos definir un «error categorial» como la confusión consistente en incluir algún término o concepto en una categoría distinta a la que lógicamente pertenece.
La teoría dualista tiene su origen en ciertos errores categoriales, a cuyo análisis dedica Ryle su libro. De entre estas equivocaciones o errores hay uno que es capital y que subyace a la concepción de lo mental y lo físico como dos realidades distintas. Este error es ilustrado por Ryle con diversos ejemplos. Así, el error cometido por alguien que, visitando la Universidad de Oxford, pregunta después de haber visitado todos los edificios y dependencias: ¿dónde está la Universidad? Tal individuo comete el error categorial de considerar que «la Universidad» pertenece a la misma categoría que las dependencias visitadas cuando, en realidad, no es sino la forma en que está organizado todo aquello que acaba de visitar. Según Ryle, el dualismo cartesiano comete un error semejante al considerar que las palabras del lenguaje físico y las del lenguaje psíquico pertenecen a la misma categoría. Una vez cometido este error, la duplicación de entidades aparece como lógicamente aceptable ya que, cuando dos términos pertenecen a la misma categoría, es correcto construir proposiciones en que ambos aparezcan unidos por una conjunción: «así un comprador puede decir que ha comprado un guante de la mano derecha y un guante de la mano izquierda, pero no que ha comprado un guante de la mano derecha, un guante de la mano izquierda y un par de guantes».
La aclaración de que los términos relativos a lo psíquico y a lo físico pertenecen a distintas categorías disuelve, a juicio de Ryle, el problema filosófico de la relación entre lo físico y lo mental.