El Palacio de Correos es una de las maravillas arquitectónicas imperdibles del Centro Histórico de la Ciudad de México. Descubre sus tesoros y secretos.
Visitar el centro histórico de la Ciudad de México puede parecer una actividad abrumadora. Entre tantas cosas que ver, ¿cómo no perderse de algo? En paseos pasados hemos visitado tesoros como la Torre Latinoamericana y la Alameda Central. Hoy, DINKtravelers, tu guía de viajes internacional, te invita a visitar El Palacio de Correos. Situado justo al lado del Palacio de Bellas Artes, Correos es una obra arquitectónica majestuosa que no te querrás perder.
Desde jóvenes mensajeros corriendo por llevar las palabras del sacerdote a su tlatoani hasta carteros encajando recibos entre las rendijas de los portones en la actualidad, el correo siempre ha formado parte de la vida de los mexicanos. La Quinta Casa de Correos de México, como también se le conoce al palacio, se erige en el centro histórico de la Ciudad de México como uno de los enigmas más llamativos que el país tiene para ofrecer.
El arquitecto italiano Adamo Boari
El Palacio de Correos es uno de muchos palacios que alberga la Ciudad de México. Algo que sorprende a muchos visitantes es que es mucho más joven de lo que se piensa. Terminado de construir en 1907, Correos cuenta con apenas un poco más de un centenar de años. Fue durante el mandato del presidente Porfirio Díaz que se decidió levantar un recinto nuevo para albergar el creciente sistema postal mexicano. Esto se debió a que su sede en un anexo del ahora Museo de las Culturas no se daba abasto.
El presidente organizó un concurso internacional para solicitar diseños de arquitectos de todo el mundo. El ganador fue el italiano Adamo Boari, que también terminaría diseñando el Palacio de Bellas Artes justo enfrente. Boari eligió la esquina donde siglos antes se había erguido la casa de Isabel Moctezuma (hija del gobernante mexica Motecuhzoma Xocoyotzin y según algunos relatos la amante del conquistador Hernán Cortés). Años después, este mismo espacio albergó un hospital de franciscanos.
Construcción del Palacio de Correos
La construcción de Correos inició en 1902 y duró cinco largos años. En ese mismo periodo comenzaban a darse los primeros indicios de la Revolución Mexicana. El 17 de febrero de 1907 llegaron el presidente Porfirio Díaz y su esposa en un carruaje abierto para presidir la ceremonia de inauguración. Al sonar del Himno Nacional, el general Porfirio Díaz se levantó y depositó dos postales en los buzones de correspondencia. Una fue enviada a la Ciudad de México y otra al interior de la república. Inaugurado el edificio y concluida la ceremonia, se abrieron las puertas del Palacio de Correos, con los empleados ya listos para comenzar sus nuevas labores.
Estilos arquitectónicos del Palacio Postal
Podrás preguntarte qué se puede hacer en un edificio como éste pero, de hecho, tenemos muchas opciones para ti. El Palacio de Correos tiene mucho que puedes ver así que desearás traer tu cámara porque su espléndida arquitectura es lo primero que destaca. Desde la puerta del acceso principal distinguirás un pasillo amplio enmarcado por un par de escalinatas que ascienden en forma de espiral hacia el segundo piso. Desde ahí es posible distinguir el tragaluz conformado por cristales de colores a través de los cuales se cuelan los rayos del sol. La balaustrada es en sí misma una obra de arte, con sus motivos vegetales y geométricos, los cuales son un ejemplo de la elegancia del art noveau.
El juego de colores que conviven al interior del recinto abarca una amplia gama de tonos crema combinados con amarillo claro y dorado. Esta atinada selección destaca aún más gracias a los candelabros de cristal y las lámparas de focos redondeados que acompañan la vista. La presencia de la luz eléctrica da cuenta de la importancia de este lugar, ya que para la época en que fue construido el alumbrado público y la electricidad constituían las innovaciones más celebradas del momento. Otro dato clave es que ¡sus elevadores antiguos siguen funcionando! En suma, con su ecléctica mezcla de estilos arquitectónicos, desde el art noveau hasta el gótico isabelino, el Palacio de Correos es un deleite para los ojos.
Visita el Museo del Palacio de Correos
Correos también tiene su propio museo que podrás visitar sin costo alguno. En él encontrarás muchas piezas de la historia del correo en México y alrededor del mundo. Por una módica suma, también podrás comprar una estampilla y enviar una carta a través de los históricos buzones de correspondencia. ¡Un recuerdo de tu viaje te esperará cuando llegues a casa! El Palacio de Correos también ofrece visitas guiadas. La mayoría las dan en español los empleados de las oficinas del recinto y te permiten explorar los hermosos cuartos que existen en el edificio. Definitivamente te recomendamos visitar el cuarto piso durante el atardecer para disfrutar una vista inolvidable.
Noche de Museos en el Palacio de Correos de México
Si te encuentras en la ciudad el último miércoles de cualquier mes, podrás disfrutar del Palacio de Correos durante la Noche de Museos, iniciativa organizada por la Secretaría de Cultura de la ciudad. En estos días, desde las 19:00 hasta las 22:00, varios museos del Centro Histórico organizan actividades especiales que sólo pueden disfrutarse esta noche.
10 tesoros del Palacio de Correos que no te puedes perder
Si te gusta la aventura, busca estas piezas en el Palacio de Correos durante tu visita. Será como hacer una pequeña búsqueda del tesoro.
- El reloj – Cuando estaba en funcionamiento, se le daba cuerda cada ocho días y se decía que podía ser escuchado a varios kilómetros a la redonda.
- La biblioteca postal – Podrás visitarla de lunes a viernes de 9:00 a 14:00, o de 16:00 a 17:30. Se encuentra en el segundo piso y ahí se pueden consultar muchos libros y documentos relacionados con la historia del correo o la filatelia.
- Las dos obras de Pablo Magaña González – Las hizo a partir de timbres cancelados entre 1890 y 1934. La primera se encuentra en el primer piso y representa un águila. La otra está en el segundo piso y representa el valle del Anáhuac.
- Los domos de cristal – Están tanto en el patio principal como en el patio de carteros y son responsables de la cascada de luz natural que ilumina el palacio durante el día. Los domos fueron diseñados por el mismo Adamo Boari.
- La cenefa – Tiene escritas las fechas relevantes para el correo mundial. y están hechas en estilo de art noveau.
- Las banderas – Están en los escudos y pertenecen a los países fundadores de la Unión Postal. Se localizan justo arriba de la cenefa, entre los arcos.
- Las manijas – Todavía son funcionales y sirven para abrir o cerrar las ventanas.
- Los dragones – Se acurrucan alrededor de las lámparas, y son conocidas más bien como “las gárgolas”.
- Los leones – Custodian una de las entradas del Palacio, exponiendo sus garras y con las bocas abiertas en un gran rugido.
- Los letreros de la Fonderia del Pignone – Es la compañía de Florencia que se encargó de proveer los hierros y bronces ornamentados. Hay varios letreros alrededor del palacio.
Información general sobre el Palacio de Correos
- Hora y días de apertura: Luneas a viernes de 8:00 a 18:00 h y de 10:00 a 16:00 h en fines de semana. Es mejor llegar antes de las 17:00 h porque el museo cierra temprano.
- Ubicación: Calle Tacuba no. 1, Colonia Centro, Delegación Cuauhtémoc, Ciudad de México.
- Reservaciones: Correos tiene cuatro niveles, aunque sólo se puede visitar el primero sin cita previa.
- Estaciones de metro cercanas: Bellas Artes, Allende.