DATOS TÉCNICOS DE LA NOVELA:
EL IMPERIO ERES TU
(El imperio eres tú, 2011)
Javier MoroEditorial Planeta
Colección Autores Españoles e Iberoamericanos
© Javier Moro, 2011
© Editorial Planeta, 2011
1ª Edición, Noviembre 2011
Género
y tags: Novela histórica, Historia de Brasil y Portugal s. XIX, nobleza
y realeza, Casa de Braganza, libros premiados, Literatura española.
ISBN: 9788408104827
533 Páginas
ARGUMENTO:
El siglo XIX fue un siglo caracterizado por las Revoluciones y las
luchas por la independencia. En esta novela, Javier Moro, acerca la
figura del primer Emperador de Brasil al lector: Pedro I de Braganza y
Borbón. Un hombre de un carácter bastante peculiar, marcado por la
maldición que asolaba a los Braganza, en el que hacen mella las ideas
liberales que surgieron en Europa tras la Revolución Francesa y las
Guerras Napoleónicas. Un hombre cuyo destino estuvo marcado por dos
mujeres: su esposa Leopoldina y su amante Domitila.
OPINIÓN PERSONAL:
Reconozco
que siempre he sido un poco reacia a los Premios Planeta. Salvo
excepciones, muchos de ellos tienen una sólida carga comercial pero
poca base literaria. También reconozco que cogí esta novela ganadora de
la edición de 2011 con una actitud un poco reacia y he de reconocer que
estaba muy equivocada. Lo cierto, es que me ha sorprendido muchísimo,
no pensé que fuera tan buena. No sólo desde el punto de vista meramente
literario sino, también, desde el histórico.
Javier Moro no es
ningún autor desconocido. Antes de publicar esta novela era ya conocido
por sus anteriores trabajos en los cuales la India era la protagonista
(“Pasión india” y “El shari rojo”) ambas novelas han estado, y lo
están, respaldadas por un gran éxito a nivel lector. Pese a tenerlas en
la biblioteca nunca he tenido la oportunidad de leerlas, así que “El
Imperio eres tú” supone mi debut en la carrera literaria de este autor.
Independientemente
de haber resultado ganadora del Premio Planeta, “El Imperio eres tú” es
una novela muy buena, mejor incluso de lo que esperaba. En ella Javier
Moro acerca al lector la figura del primer Emperador de Brasil, Pedro I
de Braganza y Borbón, y lo hace de una forma completamente objetiva.
Así el lector descubrirá, por un lado, a un Pedro I obsesionado con las
ideas liberales que surgen en Europa tras la caída de Napoleón, a una
persona empeñada en crear un Brasil independiente de Portugal, en hacer
de él un país constitucional frente a la metrópoli absolutista... Y,
por otro, a un mujeriego que no puede evitar ir tras las primeras
faldas que ve aunque ello suponga traerle la ruina, como así sucedió en
realidad. Esta actitud que tiene hace que, en algunos momentos del
relato, el lector llegue a cogerle manía. Sin embargo, pronto descubre
el porqué de su comportamiento y se le llega a coger lástima: él
buscaba en todo momento la libertad de la que carecía debido a su
condición. Pese a tener todo el poder, los monarcas no eran libres.
Debían y estaban sujetos a estrictas normas de comportamiento.
Desde
pequeño le impidieron ser y actuar como debía. Por cuestiones de Estado
tuvo que renunciar a su primer amor y aceptar a una princesa austríaca
como esposa: Leopoldina, otro de los personajes claves de la novela.
Javier Moro la retrata tal como debió ser: una mujer frágil y fuerte al
mismo tiempo que no duda en dejar atrás su Austria natal para marchar a
un país muy lejano: Brasil. País donde no conoce a nadie y cuyas
costumbres nada tenían que ver con las suyas, con las que estaba
acostumbrada. A ella, por ejemplo, le impacta el hecho de que TODA la
corte esté presente en su habitación la noche de bodas o que las
medidas higiénicas de la corte de Braganza disten mucho de la de los
Hasburgo.
El personaje de Leopoldina es un personaje que se
gana el cariño del lector. Este no puede evitar ponerse de su parte.
Javier Moro ha sabido transmitir la fragilidad que tenía. Leopoldina
fue un gran apoyo para Pedro I. Ella era mucho más inteligente que él y
muchas de las decisiones de corte liberal que adoptó lo fueron por
intersección de ella. El retrato que el autor hace de ella es perfecto.
No sólo retrata al personaje histórico sino que se acerca a él
psicológicamente. El lector consigue acercarse más a Leopoldina y
empatizar con ella. La figura de la Emperatíz de Brasil me ha
sorprendido y me ha encantado.
Javier Moro es bueno a la hora
de crear personajes. Es un poco arriesgado novelar a personajes
históricos pero él lo consigue. Logra que no sólo vea el lector la
parte histórica, al personaje real, sino que lo conozca más.
Desde
el punto de vista meramente histórico no se aprecia en la novela
ninguna objeción. Se aprecia el trabajo de campo que se ha hecho con
anterioridad, trabajo que no es otro que el de patearse archivos y
documentarse. Como historiadora me ha llamado la atención y me ha
encantado ese contraste que establece cuando se casan Pedro y
Leopoldina, entre la corte austriaca (una de las más importantes de
Europa) y la portuguesa (una dinastía menor). La primera está
acostumbrada al lujo y a unas normas más estrictas mientras que la
otra, asentada en Brasil, es todo lo contrario. El choque entre ambas
formas de vida es interesante y ayuda a entender un poco más el
carácter y la actitud de Leopoldina.
Aunque el personaje
principal es Pedro I, quiero destacar que los personajes femeninos que
aparecen en la novela son de armas tomar. Se ha mencionado a Leopoldina
pero también hay que nombrar a la reina Carlota, la madre del
Emperador. Ella era hermana de Fernando VII y se pasó gran parte de su
vida en Brasil y Portugal conspirando contra la Corona. Es un personaje
malo donde los haya. Llegas a odiarle desde la primera página. Fue una
mujer manipuladora donde las hubiera.
Otra mujer clave será la amante del Emperador: Domitila. Una dama brasileña cuya ambición destruye al propio Pedro I.
Como
se puede apreciar, son personajes atractivos. Este sentimiento, la
atracción, se ve reforzada por unas buenísimas descripciones que
permiten al lector adentrarse más en la historia. Destaco las
descripciones que hace de Brasil, de ciudades como Río o Salvador de
Bahía. El dominio de la narración por parte de Javier Moro es
excelente. La novela está muy bien escrita.
Pese a sus 533
páginas, es una novela que se lee casi sin que uno se de cuenta. Logra
atrapar. La novela está dividida en nueve partes que contribuyen a que
la acción y el interés por la misma no decaigan. Debido a que es una
novela histórica los datos que aporta son interesantes, es de esas
lecturas que también invitan a tomar nota puesto que es un auténtico
repaso a la Historia de Brasil y Portugal. Personalmente, me ha
encantado conocer más datos acerca de la historia de ambos países que
desconocía. Javier Moro ha sabido captar el espíritu liberal y
revolucionario de principios del siglo XIX. Me ha sorprendido
encontrarme con un Pedro I abocado a las causas liberales, no sé si
auténticas al 100% o " aprovechadas" pero él tenía claro lo que deseaba
y no dudó en optar por el lado liberal. También es importante
reivindicar el papel de los Braganza, bueno mejor de Pedro I, en la
modernización de Brasil. País que empieza a ser mucho más importante
que la metrópoli.
Curiosamente, antes de leer la novela de Javier
Moro leí "Alejandro I Romanov" de Silvia Mingues. Alejandro I Romanov
fue coetáneo de Pedro I y su figura guarda cierto paralelísmo.
Inconscientemente, comparaba a ambos monarcas porque ambos querían
imponer las ideas liberales en su país.
Por todo ello, “El
imperio eres tú” merece muchísimo la pena ser leída. Una novela que no
sólo hará las delicias de los lectores de novela histórica sino del
público en general. Un buen Planeta este año.
Una lectura de la
que el lector ya puede disfrutar en la Biblioteca de El Perelló. Como
siempre, la reseña original está editada en Anika entre Libros.