Después del buen sabor que me dejó Elantris (ver enlace), he tardado poco en seguir leyendo obras de Sanderson. Siguiendo el orden de escritura le tocaba el turno al Imperio Final, primera parte de la trilogía, o algo más, de los Nacidos de la Bruma.Al contrario que otros libros en los que se tarda un buen trecho de páginas en cogerle el tranquillo a la historia, en este nos metemos en harina rapidamente y con facilidad. La verdad es que es una trama sencilla pero muy bien llevada a cabo y que va de menos a más; y para ser un autor masculino creo que refleja muy bien a Vin, la protagonista femenina del libro, siempre teniendo en cuenta que viene de mi parte, que también soy un lector masculino y puedo estar equivocado.Lo que más me ha llamado la atención de forma positiva y novedosa es la cantidad de cosas increíbles que son capaces de hacer los alománticos con los metales. Si hicieran una película de este libro, sería alucinante poder ver en la pantalla y fuera de nuestra imaginación los movimientos, batallas y demás usos de los metales por estos privilegiados. Así, reconozco sin vergüenza que más de una vez he tenido pensamientos del tipo ¡quema peltre! en mi vida diaria. Seguramente esto que os estoy contando os suene a chino, por lo que no tenéis más remedio que poneros a leer esta obra, que yo ya voy directo hacia la segunda parte.