En el II
Congreso de Sexología Médica realizado en Viña del
Mar, Chile, los urólogos participantes expusieron que el implante de pene es la
última innovación para tratar la disfunción eréctil. Esta enfermedad tiene una
incidencia alta en todo el mundo, la cual se agudiza con la diabetes, la
presión arterial y el cigarrillo, e imposibilita al hombre para llevar una vida sexual. Los
tratamientos comienzan con pastillas de Sidelnafil u otras sustancias. Cuando
la disfunción tiene origen vascular, se trata con inyecciones y, si no
funciona, se recurre a lo último que se está utilizando en el mundo, la llamada
bombita o implante de pene, que consiste en una microcirugía que dura 15
minutos aproximadamente. Se trata de un sistema hidráulico que se instala en el
aparato masculino, es muy eficiente y logra que el líquido necesario para la erección
se desplace con sólo apretar un botón. Hablando de cáncer, los especialistas
coincidieron en que los hombres que son reacios a realizarse el examen son los
que hoy mueren por esta afección y aseguran que lo más avanzado en tratamiento
es el robótico.
Revista Salud y Bienestar
En el II
Congreso de Sexología Médica realizado en Viña del
Mar, Chile, los urólogos participantes expusieron que el implante de pene es la
última innovación para tratar la disfunción eréctil. Esta enfermedad tiene una
incidencia alta en todo el mundo, la cual se agudiza con la diabetes, la
presión arterial y el cigarrillo, e imposibilita al hombre para llevar una vida sexual. Los
tratamientos comienzan con pastillas de Sidelnafil u otras sustancias. Cuando
la disfunción tiene origen vascular, se trata con inyecciones y, si no
funciona, se recurre a lo último que se está utilizando en el mundo, la llamada
bombita o implante de pene, que consiste en una microcirugía que dura 15
minutos aproximadamente. Se trata de un sistema hidráulico que se instala en el
aparato masculino, es muy eficiente y logra que el líquido necesario para la erección
se desplace con sólo apretar un botón. Hablando de cáncer, los especialistas
coincidieron en que los hombres que son reacios a realizarse el examen son los
que hoy mueren por esta afección y aseguran que lo más avanzado en tratamiento
es el robótico.
