Escritora: Denise Affonço
No todos los genocidios que han
existido son conocidos. La gran mayoría pasan de forma desapercibida
(o casi) para nosotros.
En este libro, “El infierno de los
jemeres rojos”, Denise Affonço,
nos cuenta uno al que ella sobrevivió, el de Camboya, y eso fue
ayer, en los años 1970-1975.
Brevísimos
antecedentes: 1970, un golpe de Estado se produce en Camboya, apoyado
por EEUU que necesitaba un nuevo régimen para adquirir una mejor
posición en la guerra que estaba manteniendo con el país vecino de
Vietnam. Durante este período pro-americano que se mantiene hasta
el año 1975, momento en que EEUU pierde esta guerra de Vietnam, en
el campo se ha ido gestando la revuelta roja de los jemeres rojos
(camboyanos rojos), y que irán reclutando con ideas nacionalistas,
comunistas de Mao y de desprecio hacia todo lo occidental y de
ciudad, a jóvenes campesinos sin cultura alguna. Nada pudo contra
la crueldad extrema que el contagio de una ideología radical y
excluyente produjo, el hecho de que el pueblo camboyano proviniera de
una cultura imbuida de la filosofía budista, que era la religión
mayoritaria del país, y pacífica por excelencia.
1975.
El ejército así constituido de los rebeldes jemeres rojos con su
ideología radical se instaura en Camboya, y ahí ya empieza el
testimonio de Denise.
El
libro describe principalmente de forma detallada las durísimas
condiciones de estos campos de refugiados de pérdida total de
libertad; de carencia absoluta de las mínimas condiciones de vida
que necesita el ser humano para vivir dignamente y de abuso y
corrupción de los afines al poder. Como hecho representativo diré,
que de los 9 miembros de su familia sólo sobrevivieron dos: ella
misma y uno de sus hijos. Murieron de inanición, agotamiento,
enfermedad e incluso ejecutados.
Una
cosa curiosa, es que bajo la presión y miseria de este forma de
someter al individuo, el ser humano es empujado, dice ella “al
egoísmo, a la mezquindad, a los celos, a las peleas, y al rechazo a
compartir”, y agrega, “en los campos, las relaciones de amistad
no tenían más presencia que las relaciones familiares”, y tras
leer el libro ni siquiera se podría decir que eran demasiado buenas.
La eterna pregunta: ¿cómo somos, primero compasivos y luego
egoístas; o primero egoístas y luego compasivos?
Enero
de 1979. Los vietnamitas entran en Camboya y se acaba este régimen
de los jemeres rojos.
Como
despedida, un ejemplo gráfico: Se llegó a hacer abono humano para
los campos de cultivo, de la siguiente forma: primero se pone una
capita de cáscara de arroz; luego una capita de cadáveres; otra
capita de cáscara de arroz; otra capita de cadáveres; otra capita
de ….. Por fin, se quemaba todo, y las cenizas, debidamente
tamizadas, eran lo que en su momento se iría esparciendo por los
campos de cultivo necesitados de abono.
NOTA:
Explica
la autora que hay dos tipos de jemeres rojos: los jemeres rojos
pro-chinos, que fueron los autores del genocidio jemer; y los jemeres
rojos pro-vietnamitas, que son los que siendo comunistas no
participaban de esta ideología radical.