Título original: El infierno vasco
Director: Iñaki Arteta
Guionistas: Iñaki Arteta
Alfonso Galletero
Intérpretes: No hay actores
Productores: Pedro L. Lanza
Arantza Mota
Fotografía: José Aldekoa
Iñaki Arteta
Música: Eduardo Basterra
Montaje: Iñaki Arteta
Nacionalidad: España
Año: 2.008
Duración: 105 minutos
Edad: 7 años
Género: Documental
Distribuidora: Leize Producciones, S. L.
Estreno: 07-11-2.008
DVD Alquiler:
DVD Venta: 15-04-2.009
Página WEB: Ficha completa en IMDb
Ficha completa en FilmAffinity
Web Oficial de la película en España
Web Oficial de la distribuidora en España
Tráiler de la película en YouTube
Calificación:
Crítica: 5,446 Espectadores: 6.430
Público: 5,514 Recaudación: 35.965,70 €
España: 3,580 Puntos (Popularidad): 0
Rugoleor: 4,652 Ratio de popularidad: 0,00%
Sinopsis:
El País Vasco, una de las regiones más ricas de Europa con tan sólo dos millones de habitantes, es considerado, por los que lo visitan, un pequeño paraíso. Pero tras el clima templado, los hermosos paisajes y su elevado nivel de vida, esconde una terrible realidad: desde hace treinta años, más de doscientos mil de sus ciudadanos han tenido que exiliarse para salvar su vida, escapar de la extorsión, del aislamiento social o de las imposiciones nacionalistas.
Si en “Trece entre mil (2.005)” Iñaki Arteta recordaba a las víctimas de ETA, con ánimo de continuidad numérica podría haber rotulado este nuevo film 27 entre 200.000, pues a través de menos de treinta testimonios rinde homenaje a todos los que, a lo largo de tres décadas, han tenido que abandonar el País Vasco para escapar del miedo, las amenazas y la extorsión. En la mayor parte de los casos, simplemente por no alinearse con las ideas de la banda terrorista.
Crítica:
08.11.2008 – ANTON MERIKAETXEBARRIA
Víctimas del odio
Los artistas -léase escritores, pintores, escultores, músicos o cineastas- son la más preciada joya de una nación. Por eso, es obligado reconocer la valía demostrada por el cineasta vasco Iñaki Arteta a la hora de realizar documentales donde se da voz a quienes no la tienen en su justa medida. Y, si en su anterior esfuerzo creativo, “Trece entre mil”, eran las sangrientas víctimas de la brutalidad de ETA quienes se expresaban ante las cámaras, en “El infierno vasco”, las opiniones corresponden a algunos de los más de 200.000 ciudadanos de Euskadi, obligados a exiliarse de su amada tierra.
Filmado de forma artesanal, el documental de Arteta resulta tan honesto como necesario en su afán por concentrarse en dos puntos de interés. En primer lugar, por la denuncia que se hace de una cierta ruina moral, por la flagrante falta de libertades a la hora de expresar sus opiniones sin miedo al secuestro, la amenaza o el tiro en la nuca. Algo consustancial a toda democracia que se precie. Y en segundo término, por la lucidez, sinceridad y ausencia de malicia en los numerosos testimonios, incluso de ex etarras, aportados por este documental, sencillo, moderado y eficaz.
Somos miembros de un gran cuerpo, puesto que no hemos nacido para un solo rincón, sino para todo un mundo, nos sugiere el filme, destinado a quienes son inmunes a los argumentos, a los perdedores radicales, a quienes convencidos de la falta de valor de su propia vida, tampoco les importa la vida de los demás. Y los hombres y mujeres retratados en el filme así lo demuestran. Son personas ninguneadas, anhelantes de piedad, cuyos conmovedores testimonios quedan aquí para la posteridad, sin que nadie debería sentirse indiferente ante semejante ejemplo de ciudadanía comprometida. Seres humanos dispuestos a demostrar que, sólo por el respeto hacia uno mismo, se logra el respeto de los demás.