Mi puntuación: 4/10
Revista Cine
El director Eli Roth desata su habitual faceta gore en esta cinta de miedo que pretende aterrorizar al público huyendo de lo sutil y mostrando vísceras y asquerosidades varias para que los fans de la hemoglobina puedan disfrutar entre risas de un espectáculo caníbal. El disparatado guión es una excusa para hacer sufrir a unos ingenuos protagonistas, víctimas de sus propios ideales, en una historia que parece ser una crítica al falso ecologismo. Cuando finalmente la película muestra sus cartas todo empieza a degenerar y uno ya no sabe donde meterse, con actitudes absurdas, giros innecesarios y sangre a borbotones, en definitiva, carne de cañón únicamente aprovechable en compañía distendida o festivales del género.