Si algo me llamó la atención al ver El Infiltrado, película que Filmax estrena en España el 16 de diciembre, fue que en mi imaginación Bryan Cranston (sí, Walter White; para mí el padre de Malcolm) intentaba redimirse de su aportación a la cultura popular (vía Breaking Bad) como líder de la droga, mediante esta gran producción que le pone al otro lado de la mafia.
En El Infiltrado, Cranston se convierte en un personaje real, Robert Mazur, y a su vez en el personaje ficticio que éste se creó (Bob Musella) para penetrar en el círculo de Pablo Escobar. Robert, quien escribió el libro en el que se basa la película, había pasado de ser un simple contable a trabajar para la DEA como infiltrado, dando uno de los mayores golpes contra la droga colombiana que entraba en Estados Unidos a mediados de los 80.La impecable factura del film (en cuanto a dirección, de la mano del director Brad Furman y también a caracterización y vestuario), unido a su ritmo, a su acción y al trabajo del reparto, hacen de ésta una película palomitera que tiene todo lo que esperas de un producto así: la tensión se palpa en el ambiente en todo momento, los personajes tienen capas y dimensiones (así como sus relaciones), y no escasean las escenas más intensas dignas de un buen thriller policiaco. Estás esperando que en cualquier momento ocurra la hecatombe que tire por tierra la fachada de este humilde policía (qué bien se le dan estos papeles de hombre sencillo a Cranston - no por plebe, sino por su sensibilidad hacia la naturaleza de las personas).
El Infiltrado es una historia contada desde el punto de vista americano, desde la lucha de la DEA contra esta macromafia en la que no sólo hay que imaginar a guerrilleros o gente de apariencia violenta, sino a banqueros y hombres de negocios, incluso personas que podrían ser tus amigas, como descubre el propio Robert Mazur. De nuevo, se revive el espíritu de Pablo Escobar, su imperio y su círculo cercano, tan en boga estos últimos años con productos como Pablo Escobar: Paraíso perdido o Narcos.
Hay que apuntar que la película cuenta con una parte notable de elenco español: Simón Andreu (quien ya nos tiene acostumbrados a producciones internacionales), Elena Anaya y un irreconocible Ruben Ochandiano.
Muy recomendable si necesitas un subidón de adrenalina pero con algo de sentido o suspense (y un toque ochentero), o si disfrutas de Cranston, su talento y su atractivo con los 60 años que calza.