El Influjo Del Arte

Aún no se puede decir qué realmente somos, porque la palabra tiene limitantes físicos, hemos olvidado los términos vibración y frecuencia, olvidamos cómo utilizar nuestros pensamientos, ya no miramos a las estrellas como un mapa interior, ya no nos comunicamos con los elementos de la naturaleza, queremos definir la felicidad y hacer una réplica exacta, no confiamos en la esencia de nuestro ser, nos olvidamos que lo que ocurre sólo es una manifestación de lo entendido, tenemos miedo y ansias por lo que viene, sabiendo que podemos modificar esa experiencia.

El arte es un vector en nuestro plano físico, permite al ser humano conectarse con el portal en su cerebro que lo lleva a la manifestación del alma, ese mundo mental que no se encuentra en la conciencia y al que únicamente se puede acceder con dificultad, aunque algunas personas puedan percibir con mayor facilidad éste estado hace falta mucha habilidad para surfear esa espesa capa de la realidad.  Hay que vivir desarrollando un entendimiento continuo de la vida y asumir al alma como parte esencial de nuestra evolución para entender el arte.

Los expertos están de acuerdo en que el arte de la prehistoria era instrumental y se creaba con unas funciones concretas. La dificultad radica en descubrir cuál es el verdadero significado o utilidad, pues aunque existen diversas hipótesis sobre el origen del arte (rituales chamánicos, totémicos, simbolismo religioso, magia propiciatoria, etc.), es imposible verificarlas.

Una de las maneras de extraer hipótesis más rigurosas sobre el significado del arte primitivo es encontrar pueblos tradicionales que continúan practicando artes y oficios muy similares a los hallazgos prehistóricos y preguntarles directamente por qué lo hacen. Así se ha podido extrapolar, por ejemplo, que el toro de la Cueva de Altamira tiene las características de una pintura ritual creada por un chaman para apropiarse de la fuerza del animal.