La asignatura más importante que debe afrontar cualquier sociedad es la educación. Es el indicador más claro de evolución, esfuerzo y calidad de la misma. Porque afianza el presente y apuesta por el futuro. Desgraciadamente el Informe PISA 2012 vuelve a demostrar que no hemos mejorado en nada, pues los datos en los que se aprecia esa mejoría son tan insignificantes que no son relevantes en absoluto.
La inversión creciente en educación desde 2003 no está sirviendo para la mejora de los estándares educativos. Y, no olvidemos, que algunos gobiernos autonómicos hicieron bastante hincapié en tratar de trufar esas pruebas para dar la apriencia de mejora de resultados. Como todo es susceptible de ser empeorado, la inversión pública educativa viene sufriendo serios recortes desde hace dos años. Inevitablemente, la calidad de la enseñanza está decreciendo, aunque no se refleje en el informe (todavía). Y no es porque la calidad de los profesionales de la docencia haya disminuido, sino porque se han aumentado las ratios de alumnos por aula, se ha reducido la inversión en infraestructura y no se aportan soluciones a las bajas por enfermedad de docentes inferiores a 15 días. Evidentemente, la situación de grave crispación social, económica y moral que vive España, con continuas huelgas, tanto de alumnos como de docentes, tratando de evitar la catástrofe que anuncia la llegada de la LOMCE, no ayuda a mejorar estos niveles.
En este blog ya se comentaron en su día los anteriores resultados y se analizaron las causas de los mismos. En la entrada Nuevo suspenso en PISA atribuíamos como motivos: la desmotivación de los docentes de la enseñanza pública; la excesiva preocupación por adoctrinar, en lugar de educar, de los centros concertados y privados; la falta de formación continua para los docentes; un sistema evaluador castrador y poco motivante; y la necesidad de cambiar la mentalidad y las dinámicas de enseñanza.
Son cambios profundos que, lamentablemente, no se han implementado en los últimos años. Más bien, me temo, la LOMCE va a acentuar dichos aspectos, sobre todo eliminando el apoyo a los centros públicos en beneficio de los concertados y privados. A nuestra grey política actual les interesa más crear nuevos católicos que personas con criterio y educación.
La autonomía de los centros está siendo esquilmada y, sobre todo por intereses políticos y económicos, la troncalidad de contenidos es muy elevada, sin permitir mucha mayor autonomía que la referente al adoctrinamiento católico.
Existen alrededor de 55 puntos de diferencia entre las comunidades españolas con un mayor y menor rendimiento educativo, el equivalente a casi un año y medio de escolarización. Más del 85% de las diferencias en el rendimiento en matemáticas es atribuible a diferencias socio-económicas, frente al 47% entre las regiones de Italia, el 16% en Canadá y el 26% en Australia.
Tanto en lectura (comprensión de texto) como en matemáticas (abstracción) no mejoramos resultados anteriores. Se continúa sin enseñar a entender lo que se lee y a reflexionar sobre su contenido. Y se sigue sin mostrar aplicación real a los contenidos abstractos. Hay un párrafo en el resumen ejecutivo sencillamente demoledor:
Si los alumnos de 15 años del 2003 hubieran tenido las mismas características sociales y demográficas que los alumnos de 2012, probablemente hubieran obtenido mejores resultados que los alumnos de 2012. Por lo tanto, si tenemos en cuenta los cambios demográficos que han ocurrido en este periodo, especialmente la mejora en el estatus socio-económico de los alumnos, podemos observar que hay una tendencia negativa en el rendimiento de los alumnos en matemáticas.
La conciencia del mal estado de la educación es evidente en la siguiente aseveración del Informe:
Menos del 7% de los alumnos asiste a centros cuyos directores consideran que tienen escasez de profesores (en comparación con el 21% de alumnos en el conjunto de países de la OCDE). El salario de los profesores, en relación con los salarios de otras profesiones, está por encima de la media en España.
El mal rendimiento en las cuatro áreas básicas resulta evidente en el contraste de este cuadro:
Lamentablemente, podemos autocitarnos en las conclusiones, pues son muy similares a las del anterior Informe, aun con el temor (y la práctica convicción) de que el próximo Informe resultará todavía más negativo y discriminatorio:
No está todo perdido, pero el futuro no se presenta demasiado halagüeño, sobre todo si consideramos que la educación sigue siendo un arma arrojadiza a nivel político, los padres solo desean el aprobado a final de curso, los docentes carecen de enganche con la sociedad y nuestros jóvenes están cada día más desmotivados.
Esta conclusión se publicó en la entrada El Informe PISA nos deja en evidencia también en lectura digital. No hemos mejorado nada.
Enlaces:
Informe PISA 2012 completo (inglés)
Base de datos del Informe
Resumen ejecutivo