Revista Opinión
EL INGENUO REDUCCIONISMO ELECTORAL
El legado de la cuarta que exacerbó la quinta, y que simplificó en Venezuela la democracia a la más raquítica expresión posible...el voto. Para nadie en el mundo es un secreto que hoy Venezuela está bajo el dominio de un régimen que dista de ser considerado como una democracia, no obstante para ese mismo mundo, resulta sorprendente e inexplicable que la situación aún se mantenga y se haya prolongado por tanto tiempo. La inverosímil prolongación del régimen chavista, tiene varias causas, entre las que se puede mencionar:
La abierta y descarada traición de un sector de la oposición partidista enquistada en la MUD.
El miedo que existe en parte del chavismo a pagar cárcel luego de abandonar el poder.
El miedo que también existe en grupos militares, económicos, empresariales, sociales y hasta oposicionistas, que ejercieron roles de colaboracionismo cómplices en actos de corrupción y narco lavado, miedos estos, que motorizan cualquier estrategia que prolongue al chavismo.
La presencia de factores oxigenantes como el Vaticano, mediadores, etc. que usaron y usan al diálogo, para para su beneficio particular y para prolongar esta tortura, en detrimento de un pueblo hambreado y eclipsado por la búsqueda de la comida.
Y finalmente una última causa esel ingenuo reduccionismo electoral,propio de la idiosincrasia de los venezolanos, el cual le sirve cosméticamente a la dictadura para tratar de maquillarse ante la minoría que en el mundo aún “divaga” en reconocerla como lo que en realidad es, y también les sirve para entretener con una dialéctica inútil al pueblo hambreado junto a la parte más ineficaz de su “liderazgo” opositor, pues este opio electorero, permite evadir sin mucho esfuerzo la realidad que la mayoría del mundo entiende y comprende, usando para ello temas políticamente absurdos en una dictadura, como por ejemplo la “legitimación de los partidos”. Con esta práctica muchos evitan confrontar la realidad, y es que en Venezuela existe una dictadura que con votos no se derrota.
De realizarse hoy día alguna elección en Venezuela, el Chavismo las perdería, ampliamente, es por eso que las retrasan y las evitan lo máximo posible, y lo hacen solo para evitar exhibirse débiles ante el mundo y el mismo pueblo, solo por eso las retrasan y evitan, ya que igual siempre podrán anular administrativamente y judicialmente a sus adversarios vencedores en una última instancia. Solo para evitar que se evidencie ese rechazo popular, es que evitan toda elección, haciendo hasta lo imposible para ello, usando estratégicamente sus fichas políticamente leales y cómplices, y sin descartar nunca, que al final siempre podrán argumentar (y de ser necesario lo harán) la crisis económica y falta de capacidad económica para realizarlas.
No obstante cuando ya les sea imposible evitarlas y posponerlas, convocarían a un “bodrio electoral regional controlado”, completamente extemporáneo e inútil, siempre que cuenten con la connivencia de una oposición altamente complaciente y en un alto porcentaje de ella, controlada por el gobierno para dicho momento. Estos harían las veces de “sparring (boxeador de práctica, que nunca derriba ni golpea al boxeador para el que trabaja) electoral”, y en los supuestos, de que algún o algunos opositores honesto y fieles a la causa libertaria, sorteasen todos los obstáculos, y lograsen alguna alcaldía o gobernación, estos serán inhabilitados, perseguidos, detenidos y sustituidos por una autoridad paralela designada por el régimen.
Cuánto más tiempo se seguirá perdiendo en tan inútil causa?. Acaso no fue suficiente con la elección del 6-D del 2015?, No hemos aprendimos que con esta dictadura, el voto es un instrumento inútil del cual se burla el Chavismo?.
Este remoto y lejano bodrio electoral regional, se realizaría solo bajo esa condición de alta complicidad entre la “oposición” y régimen, mientras ese control no este lo más garantizado posible, el reloj seguirá corriendo, y el evento se seguirá retrasando. Y cuando el evento cumpla las turbias condiciones “oposición”-régimen, sería convocado por la dictadura, y el mismo se alimentaría primordialmente, del ingenuo reduccionismo electoralde los venezolano, que radica en la simplificación de la democracia, al restringirla al simple y raquítico acto del voto y las campañas electorales que giran alrededor a este,manteniendo y promoviendo nuestra errática conducta histórica como sociedad, de seguir olvidando y menospreciando los demás rasgos imprescindibles que distinguen universalmente a las democracias. Este ingenuo reduccionismo electoral que lamentablemente está codificado en parte de nuestro “adn” socio político, se originó en la llamada cuarta república, debido a la sobrevaloración histórica de las campañas electorales, así como de la relación y dependencia que la democracia tiene de estas. Este error social de percepción y definición democrática, se terminó de motorizar con la llegada de Chávez, quien se jactó de llamar a elecciones a cada rato, mismas que siempre fueron inocuas y solo sirvieron de convalidación de sus abusos y de su ejercicio antidemocrático.
El ingenuo reduccionismo electoral ha cegado al pueblo por años, que en ocasiones siguió candorosamente a eternos y sempiternos candidatos, amos de la derrota y de la estafa electoral, y que usaron este fenómeno venezolano, como fuente de manutención económica, a través del constante mendigar de recursos para supuestamente financiar campañas, que siempre terminaron en derrota. Este reduccionismo electoral se retroalimentó de los vínculos emocionales y nada racionales con simbologías electorales autóctonas, como el silbato de Luis Piñerua, la chaqueta de cuadros y saltos de charcos de C.A.P., el tigre de Fernández con su cambio, el corazón del pueblo de Chávez y decenas de iconos y jingles que aún están grabados la memoria colectiva, y que han borrado todo vestigio de racionalidad en el venezolano, frente a un evento electoral.
Como pueblo debemos asumir sin complejos, toda esta realidad que aquí he descrito, y dejar de reducir la democracia al simple acto del voto y las campañas electorales que lo buscan. Como sociedad debemos “resetear” mucha información basura de nuestra memoria colectiva, y adoptar de una buena vez y para siempre, que la democracia aglutina multiplicidad de rasgos y condiciones inherentes a la misma, que van más allá del ejercicio limitado, condicionado y para nada garantizado, del raquítico voto. Nuestra realidad es compleja y no puede seguir siendo evadible.
En Venezuela hay una dictadura y con votar en unas remotas, inocuas y amañadas regionales entre cómplices, no se logra la plena y real libertad de un pueblo torturado con miedo, hambre, persecución y muerte.
Las dictaduras se derrocan primero en nuestras mentes y luego en las calles, tomando sin miedos y con determinación, los caminos más realistas y efectivos, que la sociedad y el momento histórico defina. Lo demás es perder más tiempo, y con dicho tiempo, se pierden más vidas.
Ing. Ruben Chirino Leañez (@michroship_venez)
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