Revista Salud y Bienestar

El insomnio del cuidador de una persona con demencia

Por Seo Bloguero

Uno de los problemas que suele padecer el cuidador es el insomnio. Dormir es una necesidad vital. Sin un sueño reparador puede tener muchos problemas físicos y psicológicos. Hay diferentes razones por las cuales el cuidador no puede dormir lo suficiente: pensamientos de tristeza, culpa o estrés entre otros.

Si respondéis afirmativamente a cualquiera de las preguntas siguientes indica que podéis padecer algún tipo de insomnio o bien de que el sueño no es del todo reparador y hay un problema al cual hay que intentar poner solución:

  1.  ¿Me cuesta coger el sueño?

  2.  ¿Me despierto con frecuencia durante la noche?

  3.  ¿Me despierto mucho antes que antes y no puedo volverme a dormir?

  4. ¿Me levanto cansado por la mañana?

Os indico algunas normas de higiene del sueño que os pueden ayudar a combatir el insomnio. Si después de intentar estos cambios durante por lo menos dos semanas no notáis una mejora significativa, sería conveniente consultar a un profesional para estudiar el caso y buscar otras soluciones complementarias.

NORMAS DE HIGIENE DEL SUEÑO

  •  Utilizar la habitación solo para dormir. Intentar no trabajar en ella y no hacer otras actividades en ella durante el día
  •  Dormir en una habitación oscura, bien ventilada y con una temperatura confortable.
  •  Acostarse solo cuando se tenga sueño. Si pasados 5 minutos no logramos dormirnos, no permanecer en la cama. Nos hemos de levantar e irnos a otra habitación hasta que volvamos a tener sueño.
  •  Intentar levantarnos siempre a la misma hora. Incluso si no hemos dormido
  •  Evitar la siesta y dormir durante el día y si lo hacéis que no sea de más de veinte minutos..
  •  Hacer diariamente ejercicio, pero nunca por la noche.
  • Antes de irse a la cama, efectuar actividades que relajen el cuerpo y la mente, como bañarse con agua caliente, hacer ejercicios de relajación o leer algo entretenido.
  •  Evitar el tabaco, el café, el té, y el chocolate.
  •  Procurar que la cena sea ligera. No irse a la cama ni con hambre ni demasiado llenos.
  •  No mirar el reloj por la noche

Finalmente, el uso de alguna técnica de relajación, la que más le acomode, siempre es un buen recurso para bajar los niveles de activación y mantener la tensión a raya. Lo importante es recordar que el sueño es una necesidad básica y que en el momento del descanso sólo nos queda entregarnos y recordar que en ese momento es lo único que podemos hacer.

 

Fuente: Cuidadores-El café del Alzhéimer.

Autores: Iván Martínez y Claudia Morales Delgado.


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