Uno de los problemas que suele padecer el cuidador es el insomnio. Dormir es una necesidad vital. Sin un sueño reparador puede tener muchos problemas físicos y psicológicos. Hay diferentes razones por las cuales el cuidador no puede dormir lo suficiente: pensamientos de tristeza, culpa o estrés entre otros.
Si respondéis afirmativamente a cualquiera de las preguntas siguientes indica que podéis padecer algún tipo de insomnio o bien de que el sueño no es del todo reparador y hay un problema al cual hay que intentar poner solución:
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¿Me cuesta coger el sueño?
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¿Me despierto con frecuencia durante la noche?
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¿Me despierto mucho antes que antes y no puedo volverme a dormir?
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¿Me levanto cansado por la mañana?
Os indico algunas normas de higiene del sueño que os pueden ayudar a combatir el insomnio. Si después de intentar estos cambios durante por lo menos dos semanas no notáis una mejora significativa, sería conveniente consultar a un profesional para estudiar el caso y buscar otras soluciones complementarias.
NORMAS DE HIGIENE DEL SUEÑO
- Utilizar la habitación solo para dormir. Intentar no trabajar en ella y no hacer otras actividades en ella durante el día
- Dormir en una habitación oscura, bien ventilada y con una temperatura confortable.
- Acostarse solo cuando se tenga sueño. Si pasados 5 minutos no logramos dormirnos, no permanecer en la cama. Nos hemos de levantar e irnos a otra habitación hasta que volvamos a tener sueño.
- Intentar levantarnos siempre a la misma hora. Incluso si no hemos dormido
- Evitar la siesta y dormir durante el día y si lo hacéis que no sea de más de veinte minutos..
- Hacer diariamente ejercicio, pero nunca por la noche.
- Antes de irse a la cama, efectuar actividades que relajen el cuerpo y la mente, como bañarse con agua caliente, hacer ejercicios de relajación o leer algo entretenido.
- Evitar el tabaco, el café, el té, y el chocolate.
- Procurar que la cena sea ligera. No irse a la cama ni con hambre ni demasiado llenos.
- No mirar el reloj por la noche
Finalmente, el uso de alguna técnica de relajación, la que más le acomode, siempre es un buen recurso para bajar los niveles de activación y mantener la tensión a raya. Lo importante es recordar que el sueño es una necesidad básica y que en el momento del descanso sólo nos queda entregarnos y recordar que en ese momento es lo único que podemos hacer.
Fuente: Cuidadores-El café del Alzhéimer.
Autores: Iván Martínez y Claudia Morales Delgado.