Revista Belleza
Fuente Siempre que escribo una entrada relacionada con los consejos básicos para nuestra salud y belleza, incluyo el dormir bien, es decir tener un sueño reparador. Es por eso que hoy quiero centrar mi atención en el insomnio, sus causas y algunas recomendaciones para hacerle frente. El insomnio es algo que lamentablemente muchas personas hemos experimentado en algún momento de nuestras vidas. ¿Queréis saber por qué? acompañadme...
Pero, ¿Qué es el insomnio? Se define como la dificultad para iniciar o mantener el sueño. Se considera que si una persona tarda más de treinta minutos en dormirse y/o duerma menos de seis horas, sufre insomnio. Si estas sensaciones son inferiores a tres semanas o un mes, se habla de insomnio ocasional o transitorio, y cuando es superior a ese tiempo, ya estamos hablando de insomnio crónico.
En las personas que lo sufren, la duración y la calidad del sueño es baja e interfiere en su vida cotidiana.
Las personas que tienen insomnio durante el día manifiestan: cansancio y sueño, ansiedad o depresión, trastornos de memoria o reducción de la atención, irritabilidad, nerviosismo, entre otros.
Existen dos tipos de insomnio:
♦ El transitorio: dura menos de tres semanas y en su origen intervienen numerosos factores que generalmente pueden ser modificados, como los ambientales y relacionados con el estilo de vida, ciertas enfermedades y los fármacos con los que se tratan. Cerca del 90 por ciento de la población admite haber sufrido un episodio de insomnio a lo largo de su vida.
♦ El Crónico: supera las tres semanas de duración. Puede ser percibido como una patología que interfiere en la actividad diaria del enfermo con graves consecuencias físicas y psíquicas.
¿Todos necesitamos las mismas horas de sueño?
La respuesta es no. Todos los seres humanos somos diferentes y por tanto necesitamos dormir las horas que nos aporten el descanso suficiente para rendir durante el día de forma efectiva. Aquí hay que tomar en cuenta diferentes factores como el estilo de vida, el trabajo o la edad. Por ejemplo: un recién nacido necesitará entre 16 y 18 horas de sueño y un adolescente entre 9 y 10, mientras que los adultos necesitan por lo general entre 7 y 8 horas de sueño. También hay casos en lo que una persona adulta puede necesitar de 5 a 6 horas de sueño y en cambio otra necesitar más de 8.
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El 10% de la población en el mundo sufre de insomnio. Según la Organización Mundial de la Salud el insomnio transitorio puede afectar al 40% de la población en un momento determinado de sus vidas. ¿ Estás o has estado en alguno de estos grupos?
Entre las causas del insomnio podemos encontrar las siguientes:
♦ Enfermedades psiquiátricas tales como los trastornos de ansiedad y depresión.
♦ Higiene inadecuada del sueño (dormir siestas, consumir cafeína y/o alcohol, actividad física intensa antes de dormir, horarios irregulares de acostarse/levantarse, permanecer muchas horas en cama, realizar actividades intelectuales antes de dormir, etc.).
♦ Enfermedades crónicas que cursen con dolor o falta de aire (enfermedades reumáticas, fibromialgia, EPOC, asma, insuficiencia cardiaca, reflujo gastro-esofágico, ulcera gástrica/duodenal).
♦ Enfermedades que ocurren durante el sueño (síndrome de apnea del sueño, síndrome de piernas inquietas, movimientos periódicos de las piernas, etc.).
♦ Medicamentos (estimulantes, antidepresivos, supresión de sedantes o hipnóticos).
♦ Patrón de sueño irregular, horarios de trabajo rotativo.
♦ Pseudoinsomnio (el paciente se queja que no duerme bien a pesar de que los estudios de sueño no muestran anormalidades).
♦ Preocupaciones varias, estrés.
♦ Por algún dolor puntual de espalda, de cabeza, de muelas, etc.
¿Quiénes corren el riesgo de padecer insomnio?
♦ Personas con enfermedades digestivas, reumáticas respiratorias y cardiovasculares
♦ Personas ansiosas y depresivas
♦ Personas que llevan un estilo de vida de constante estrés
♦ Personas sedentarias
♦ Personas con horarios irregulares tanto para acostarse como para levantarse
♦ Personas que toman cafeína, alcohol antes de irse a dormir
♦ Los fumadores
♦ Personas que están muy expuestas a ruidos ambientales
♦ Personas con problemas personales, afectivos o laborales
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¿Cómo afecta el insomnio a nuestra salud?
♦ Se manifiesta una sensación de cansancio, fatiga y falta de energía
♦ Aumentan las posibilidades de tener un accidente laboral o de tráfico
♦ Facilidad para sufrir de ansiedad, depresión y estrés
♦ La calidad de vida disminuye
♦ Trastornos de atención y aprendizaje y pérdida de memoria
♦ Irritabilidad en el carácter
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¿Cómo afecta el insomnio a nuestra piel?
♦ Todos sabemos que dormir bien ayuda al organismo a depurarse de toxinas que si no son eliminadas pueden aparecernos en forma de manchas en el cutis.
♦ Un sueño poco reparador hace que nuestra piel se deshidrate por lo que la piel torna a una apariencia seca, sin brillo y tirante.
♦ La falta de sueño provoca radicales libres que aceleran el envejecimiento y si no dormimos respetando los ciclos naturales, estas funciones se alteran y como consecuencia la piel va perdiendo su brillo natural volviéndose opaca y envejeciendo prematuramente.
♦ La falta de sueño, se refleja en forma de ojos irritados y enrojecidos, párpados hinchados, bolsas y ojeras. El cansancio y un mal dormir hacen que las venas y capilares se muestren con más facilidad por la falta de oxigenación en los tejidos, dando lugar a las antiestéticas ojeras.
♦ El no dormir bien puede producir una acumulación exagerada de agua y retención de líquidos dando lugar a la aparición de los ojos hinchados y con bolsas.
♦ Otra cosa que se ve muy afectada por la falta de sueño es nuestro cuero cabelludo, el cual se altera de tal forma que puede provocar una caída del cabello.
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¿Cómo podemos combatir el insomnio?
Primero que nada debemos de tener identificado el tipo de insomnio que padecemos y las causas que lo provocan. A partir de aquí podemos aplicar las siguientes medidas generales para las personas que padecen insomnio:
♦ Reducir el tiempo en la cama. Es decir que si despertamos un par de horas antes, lo mejor es levantarnos en lugar de permanecer en la cama dando vueltas.
♦ Por el trabajo y la agenda tan apretada que llevamos, solemos ir al gimnasio por la noche, evitemos que esté lo más alejado posible a nuestra hora de acostarnos.
♦ Evitar ingerir una cena abundante y pesada
♦ No irnos a la cama hasta tener sueño
♦ Nada de ver televisión, leer o comer en la cama
♦ Evitar la actividad intelectual hasta dos horas antes de acostarnos
♦ Reducir nuestro consumo de cafeína y tabaco, si fuera el caso
♦ Evitar beber alcohol, pues aunque en un principio nos da sueño, posteriormente nos genera varios despertares durante la noche que reducen el total de horas de descanso.
♦ Podemos mejorar las condiciones ambientales de nuestro lugar de descanso: reducir los ruidos, la luz del exterior si nos molesta, evitar las temperaturas extremas, apoyarnos en la aromaterapia, etc.
♦ Realizar terapias de relajación
♦ Establecer una rutina horaria y respetarla
♦ No consultar el reloj durante la noche
♦ Evitar las pastillas para dormir. Son una solución muy efímera.
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Está claro que estas medidas pueden ser de gran ayuda, sin embargo si lo que padecemos es un insomnio crónico, lo óptimo y más recomendable es acudir a un médico especialista en trastornos del sueño, que nos hará una evaluación exhaustiva y nos dará un tratamiento farmacológico adecuado, en el caso de que fuera necesario.
Espero que la entrada de hoy os haya sido de utilidad y si nunca habéis sufrido de insomnio mi más en hora buena, sin embargo a lo mejor alguna persona de vuestro entorno si lo padece y le podéis ayudar. Así que os animo a que compartáis esta entrada!
¿Habéis padecido alguna vez de insomnio? ¿Cómo lo combatís?
Gracias por vuestra amable atención y por esos comentarios que le dan vida a este blog!
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