Si eres pensionista debes saber que el cobro de una prestación pública lleva consigo el cumplimiento de una serie de obligaciones. Es decir, el derecho a esa cobertura económica implica la responsabilidad de comunicar al Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) cualquier variación que se vaya produciendo.
Objetivo de esta medida
El objetivo de esta obligación es evitar los cobros indebidos, que conllevarían importantes multas, que más adelante veremos.
¿Qué cambios debes notificar?
Los cambios que debes comunicar son los siguientes:
- Cambios de domicilio (tanto residencia habitual como fiscal).
- Cambios de estado civil, nacimientos y defunciones.
- Inicio de actividades laborales.
- Cambios en tu situación económica (rentas de trabajo, reconocimiento de otras prestaciones).
Plazo para informar de los cambios
Como beneficiario de una pensión, dispones de un plazo de 30 días para comunicar los mismos. De no hacerlo en este plazo, te puedes enfrentar a sanciones e, incluso, a la suspensión cautelar de la pensión.
Si como pensionista no informas sobre los cambios que hemos detallado, te enfrentas a sanciones que pueden llegar hasta 187.515 €.
En concreto, la normativa establece:
- Sanción entre 60 y 625 € cuando la infracción es leve.
- Sanción entre 626 y 6.250 €, en caso de infracción grave.
- Sanción entre 6.251 y 187.515 €, en caso de infracción muy grave.
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