-El instinto de la Bestia-
Las garras extendidas, listas para atacar. Los pasos resonando a nuestra espalda. El terrible presentimiento de que el ataque puede ocurrir en cualquier momento. El corazón latiendo desbocado en el pecho. Y la única seguridad que la presa tiene es el miedo que ahoga la voluntad…
¿Cuantas veces nos hemos encontrado en una situación similar? ¿Cuantas veces nos hemos visto cuestionados? ¿Cuantas ocasiones quedamos expuestos a la desaprobación general? ¿Cuanto tiempo el miedo nos domino, solo por suponer que seríamos mal juzgados?
El instinto de persecución se activa y creemos estar equivocados, y hacemos cosas pensando que de esa forma volveremos a ganarnos la confianza que traicionamos con nuestros errores. Entonces la paranoia nos domina.
El ego es el precio que exigimos por vendernos. Todos tenemos un precio y es el ego. Todas las cosas tienen un valor y es el corazón. En un mundo ideal, debería ser al revés. Pero en un mundo inseguro, donde parece premiárse la deshonestidad y castigarse las buenas intensiones, el resultado final solo puede ser el cáos.
¿Será posible que nos identificamos tanto con la imaginación de nuestra mente, que acabamos atrapados en una fantasía donde los requisitos y obligaciones que no dejan de acumularse? No lo sé.
por Lucasx