El último Barómetro del CEMOP, el de otoño, hecho público esta semana, pone de relieve varios datos interesantes a considerar. El primero, el descrédito generalizado que la clase política provoca entre la ciudadanía de la Región de Murcia. Y el segundo, que, a pesar de ello, el PP acaricia con los dedos volver a las mayorías absolutas de las que gozó en el pasado.
No debe extrañar que, mirando a nuestro alrededor, los encuestados consideren que cada vez se fían menos de sus políticos. Basta con echar el ojo a un diario cualquiera, escuchar un informativo en la radio o ver otro en televisión, para comprobar hasta dónde son capaces de llegar. La decepción que se percibe en este estudio demoscópico hay que superponerla con lo que, al parecer, a la ciudadanía le preocupan otras cuestiones consideradas esenciales, como el agua, la sequía, la sanidad, la vivienda o el medio ambiente.
Hay un capítulo que toma fuerza en el Barómetro, tras ese descrédito a los políticos y el paro, que no debemos dejar al margen: la inmigración. Un nada desdeñable porcentaje de los consultados -casi el 32%- la relaciona con un incremento de la delincuencia. Vox viene basando su discurso en este asunto, el de la llegada de inmigrantes, hasta el punto de ponerlo como argumento fundamental para abandonar el Gobierno regional durante este verano. Y, por lo que se ve, su particular razonamiento ha podido estar calando entre los votantes, que mantienen estable electoralmente al partido de Abascal conservando 9 escaños. Su líder regional, José Ángel Antelo, reiteraba esta semana en una entrevista en RNE que la condición indispensable para apoyar los Presupuestos de la Comunidad Autónoma de 2025 era que se cerrara el Centro de Menores de la pedanía murciana de Santo Ángel, donde prestan acogida a los inmigrantes más jóvenes no acompañados que llegan a la Región. Antelo ponía en duda que muchos de ellos sean en realidad menores de edad, al tiempo que denunciaba el engaño al que dice les sometió el PP cuando, añadía, se comprometió a cerrarlo y ahora hasta construye una piscina para que en ella se bañen los menas.
Otro dato demoledor del CEMOP es que el PP aventaja al PSOE en 20 puntos. Los socialistas no solo perderían un escaño respecto a los que tienen ahora en la Asamblea Regional (13), sino que registran una alarmante fuga de votos hacia el propio PP y, en mayor medida, hacia Podemos. Según esos datos, el PSOE se encaminaría a igualar su peor resultado en unas elecciones autonómicas, como fueron los 11 diputados que obtuvieron en 2011 frente a los 33 del PP de Valcárcel.
Que en los últimos 35 años el bloque de la derecha (60%) no se haya movido prácticamente un ápice en esta Región respecto al de la izquierda (40%) da para llevar a cabo un concienzudo trabajo de sociología. Eso lo sabrá bien el codirector del CEMOP, Juan José García Escribano, que goza de una prodigiosa memoria histórica. En este último Barómetro sorprende otro dato por su aparente incongruencia: que un 11% menos de encuestados (casi el 21%), respecto al anterior trabajo (32%), considere que la labor del Ejecutivo regional es buena o muy buena. Y que más de un 44% de los consultados califiquen la situación política en esta Comunidad Autónoma tan solo como regular.
Con todo, la derecha barre y dobla electoralmente a la izquierda sumando, si mañana se celebraran elecciones, hasta 31 escaños entre el PP y Vox por solo 14 del PSOE y Podemos. No faltará quien se aventure a pensar que esta encuesta, y otros datos complementarios, podrían llevar a Fernando López Miras a plantearse adelantar una convocatoria electoral si, finalmente, se produce el bloqueo presupuestario. Es evidente que Vox, con su cerrazón, no está por la labor. Si acaso, se atisba que el PSOE podría ser el mayor interesado en que no hubiera elecciones a corto plazo, no solo ante sus limitadas expectativas en las urnas, sino, además, pendiente como está del desenlace de un proceso judicial al que se enfrenta su secretario general, José Vélez, por el caso de la plaza de toros de Calasparra. Hay que tener en cuenta que este ya ha enviado tres cartas a San Esteban solicitando una entrevista para buscar un hipotético pacto. Y aunque aún no le han respondido, es muy posible que, al final, sean los socialistas los que salven al PP del fracaso parlamentario, ayudando a que las cuentas regionales salgan adelante. Más que nada, por su propio interés, ya que, como dijo Cánovas del Castillo, no hay más alianzas que las que trazan los intereses.