Revista Sociedad

El invento que fue ocultado por Gobiernos y agentes económicos

Publicado el 08 septiembre 2014 por Nm_actualidad @nmactualidad

Existen miles de patentes ocultas que de salir a la luz llevarían a la Humanidad a otro nivel, pero chocan con los intereses de los gobiernos y grandes empresas. Sus inventores son ignorados o mueren en extrañas circunstancias


INVENTO MOTOR DE AGUA
MUNDO.- En el mundo hay registrados como tales, miles de inventores que de vez en cuando inventan una tecnología que podría revolucionar la historia de la Humanidad, pero que sin embargo permanecen ocultos. ¿Por qué? Los gobiernos y las grandes compañías impiden que los ciudadanos se beneficien de estos inventos porque de ser así, su hegemonía se vería afectada.
Repasemos uno de los grandes inventos que jamás verán la luz.
El motor de agua
En 1971 un español llamado Arturo Estevez Varela realizó una de las mayores aportaciones a la historia de la humanidad; logró arrancar su motocicleta con un motor de agua que él mismo había desarrollado. Ilusionado por lo que esta nueva tecnología podría significar para España y el resto del mundo, donó su patente al Estado. Ya no se supo más de aquel motor.
Nacido en 1918 en el Valle de la Serena, provincia de Badajoz (Extremadura), Estévez Varela basó su invento en la mezcla de agua (Molécula de agua = H2O) => dos átomos de Hidrógeno (H2) combinados con un átomo de Oxígeno (O) con un reactivo químico “secreto”.Según algunos, la patente no prosperó debido al miedo de que un supuesto dominador mundial pretendiera someter a la humanidad al uso de su propio combustible. Hoy en día se cree que su explotación no resultaba rentable por causa del alto precio del “ingrediente secreto”, que se trataría de Boro. Con recientes investigaciones sobre entrevistas hacía él, se supo que comentó que “Investigué y viajé a muchos países para comprobar que había grandes cantidades de este material, además, es muchísimo más barato que el boro y se encuentra fácilmente”.
Pese a probar y demostrar en numerosas y masivas exhibiciones públicas por toda España que su motor funcionaba con agua, la superioridad mandó ponerlo en punto muerto y olvidarse para siempre del ‘invento’ del extremeño Arturo Estévez Varela. La orden, al parecer, llegó de la más alta instancia, nada menos que del mismísimo general y caudillo Francisco Franco. El dictador decidió zanjar la polémica entre los que defendían la viabilidad del proyecto y los que sostenían la imposibilidad de que pudiese llevarse a la práctica. Con ese fin encargó a la Escuela de Ingenieros un informe técnico sobre el particular y a la vista del dictamen desfavorable ordenó que no se volviera hablar del asunto, porque «ya se ha hecho bastante el ridículo». 
Después de fallecer en el anonimato, Arturo Estévez Varela ha vuelto a adquirir el renombre que tuvo tres décadas atrás, a raíz de saberse que su invento está siendo objeto de investigación por la Universidad de Minnesota y el Instituto de Ciencia Weizmann, en Israel.
Para los hombres de ciencia el ingenio del extremeño era una pura superchería, uno más de los infinitos intentos por lograr el movimiento continuo o hallar la piedra filosofal. Entre el pueblo, sin embargo, se observaba como una posibilidad para acabar con la dependencia de los combustibles derivados del petróleo. Dentro del escepticismo latía la esperanza en que el motor de agua se haría realidad. 
Lejos de considerar a Estévez Varela un farsante, nos hemos topado con otras tantas personas que afirman haber logrado desarrollar un motor de agua, si bien, algunos han muerto en extrañas circunstancias y otros han abandonado su idea alegando haber sido amenazados.
En Asia Daniel Dingel lleva más de 30 años intentando que le escuchen. Daniel Dingel ha convertido más de 100 automóviles de gasolina a vehículos que funcionan con agua desde la década de los 70. Los mandatarios filipinos no han mostrado interés debido a un acuerdo con el Banco Mundial en esa endeudada economía asiática y el recibió muchas amenazas desde que presento su invento.
Stan Meyer modificó su buggy para que marche con agua y no es un científico, nunca se graduó en la universidad. Su invento además solucionaría el problema de la contaminación. El pentágono se intereso y alguien voló a Fenix para ver el invento de Meyer. Stan Meyer asegura que los países productores de petróleo se interesaron por su invento y le ofrecieron mil millones para comprar su patente, pero no quiso venderlo. Meyer murió en un restaurante después de gritar que le habían envenenado
El 25 de febrero de 1975, el inventor francés Jean Chambrin patentaba un motor  de agua, después de patentarlo desapareció de la vida pública
En 1998, Paul Pantone, un ingeniero norteamericano de 48 años, patentaba un extraño artilugio bajo el nombre de “procesador multicarburantes GEET” (Global Environmental Energy Technology). Se trataba de un motor que supuestamente mejoraba la eficiencia del combustible y reducía la emisión de gases contaminantes en un 90%. 
Según la descripción de Pantone, su invento lograba transformar la pérdida de calor en energía mecánica mediante un proceso simple, lo que permitía incluso la utilización de agua como combustible adicional (de ahí lo de motor de agua). 
Paul mezclaba la nafta con el agua en un circuito cerrado, forzaba los gases resultantes a pasar a través del calor del tubo de escape, y éstos a su vez por un tubo donde dentro había una barra de acero inoxidable, transformando los gases resultantes en un plasma que hacia funcionar el motor y que reducía el consumo y la contaminación. En 2002 fue hallado culpable del delito de fraude. Solo era el primero de una serie de confusos juicios: por ejemplo, la empresa Better World Technologies, especializada en la venta de soluciones energéticas milagrosas y reputadamente pseudocientíficas, comenzó a comercializar el motor Pantone, alegando haber adquirido la patente, extremo que Pantone siempre negó. 
Bill Williams, además de descomponer el agua, en 2008 invento un auto que funciona únicamente con agua y además una célula electrolítica capaz de cargarse por si sola. Luego declaro ser amenazado por oscuras razones y no dio detalles de su invento. 

John Kanzlus descubrió dos cosas totalmente revolucionarias, le diagnosticaron leucemia cuando tenía 65 años y al negarse a hacer la quimioterapia decidió buscar por el mismo la cura del cáncer, entonces se le ocurrió usar las ondas de radio, fue todo un éxito, logro matar a las células cancerígenas. Y como si fuese poco un día en su laboratorio cuando estaba tratando de separar la sal del agua de mar descubrió que esta empezó a arder en llamas por las ondas de radio, este invento podría habernos salvado de la crisis energética ya que era un nuevo tipo de combustible fósil que abunda en toda la tierra, pudiéndose usar para automóviles y para generar energía eléctrica. John Kanzius murió cuatro meses después de presentar su descubrimiento. 

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