
Teníamos ganas de que Carla Montero volviese a publicar. Después de la lectura de La Tabla Esmeralda que en líneas generales tanto nos gustó, leímos La piel dorada que aunque fue una buena lectura no nos gustó tanto como la anterior, por eso teníamos puestas las alertas ante una nueva novela a ver que era lo que nos encontrábamos.
Nada más ver entre las novedades El invierno en tu rostro y conocer su argumento, ya sabíamos que tenía todos las posibilidades de que esta escritora nos volviese a encandilar.
LA AUTORA

ARGUMENTO
En un pueblo de montaña los hermanastros Lena y Guillén viven una existencia sencilla y tranquila. Ambos están muy unidos y apenas conciben la vida el uno sin el otro. Sin embargo, algo tan inesperado como extraordinario sucede y se ven obligados a separarse. Con los años y la distancia aquella complicidad infantil se convierte en amor juvenil alimentado con un encuentro esporádico y cientos de cartas.El estallido de la Guerra Civil sorprende a Lena en Oviedo y a Guillén en Francia, quien, angustiado por la suerte de la mujer que ama, inicia un arriesgado viaje a través de un país asolado por la contienda para reunirse con ella. Sin embargo, la guerra pone a prueba su amor: Lena se ha convertido en enfermera voluntaria del bando sublevado y resiste en una ciudad sitiada por las fuerzas republicanas; Guillén forma parte de esas fuerzas que estrangulan la ciudad.
Más tarde, Lena y Guillén vivirán de primera mano los acontecimientos de la Segunda Guerra Mundial y seguirán en bandos opuestos: él en la resistencia contra el nazismo y ella como enfermera de la División Azul. Y aunque sus destinos volverán a cruzarse tanto en la Varsovia aplastada por los nazis como en la exuberante Tánger de los años cuarenta o en el dramático escenario de la posguerra española, siempre estarán condenados a enfrentarse al mismo dilema: ¿Cómo pueden amarse cuando sus voluntades políticas y sus trayectorias vitales han tomado caminos tan distintos.
MIS IMPRESIONES
Invierno en tu rostro comienza en 1990. Pero rápidamente nos retrotrae al año 1927 donde de verdad empieza esta historia.Carla Montero nos presenta a la familia de Ramón, un hombre viudo con varios hijos, casado por segunda vez con Balbina que aportó un hijo a este matrimonio: Guillén.
Guillén es un chico, introvertido, reservado, callado y muy despierto que no muestra ningún interés por ir a la escuela, y que es feliz como pastor perdiéndose en las montañas y mirando las estrellas junto a Lena, su hermanastra, una chica alegre, cariñosa, la única en la familia que se acerca de verdad a él y con la que tiene una relación muy especial.
Un acontecimiento totalmente inesperado cambiará para siempre la vida de Guillén, surgiendo la oportunidad de que se vaya a Francia y tenga la oportunidad de tener una vida muy distinta a la que parece esperarle, un futuro mejor.

Carla Montero en El invierno en tu rostro nos propone, entre otros, un tema que no es baladí, el drama que ha afectado, afecta y afectará a muchas familias: la incidencia que la guerra puede tener en ellas y no sólo me estoy refiriendo a la muerte de alguno de sus miembros o las heridas físicas o psíquicas y las secuelas que puedan quedar a alguno de sus miembros, sino al enfrentamiento que puede surgir entre sus integrantes al encontrarse en distintos bandos ya sea por azar o por sus ideas.
Los dos protagonistas indiscutibles de El invierno en tu rostro son Guillén y Lena, aunque por sus casi 800 páginas van a pasar otros muchos personajes, como no puede ser de otra forma, dado el amplio periodo de tiempo que abarca la novela, los hechos que nos narra y los escenarios en los que transcurre, que aunque no tienen ni de lejos la relevancia de los protagonistas están tan bien perfilados como ellos y son importantes en la historia.
Guillén y Lena son dos personajes muy bien construidos, a los que Carla Montero dota de unos fuertes sentimientos y personalidad, y que a lo largo de la novela nos muestran una gran evolución, una evolución que está muy en consonancia con los momentos convulsos en que se encuentra el mundo, con los hechos que les va a tocar vivir y a todo lo que se enfrentan.
Lena y Guillén vivirán una montaña rusa de encuentros y desencuentros, de lucha interna entre lo que piensan que es mejor y sus sentimientos, de batalla entre el deseo y lo real, de conflicto por unos ideales en los que creen, una lucha en la que al final terminará ganando lo que de verdad es importante.

Y para mostrarnos estas dos caras de la moneda la escritora va a utilizar a estos dos personajes contándonos esos años de sus vidas en paralelo, saltando de la vida de un personaje a la del otro y siendo testigos de ambas y de los acontecimientos que acaecen a la vez, desde las perspectivas , unas vidas que transcurren por caminos muy distintos resultando inevitable que se crucen. Unas vidas que discurren por muchos lugares porque tanto Lena como Guillén no pueden estarse quietos ante lo que sucede, ante lo que les ha tocado vivir, aunque quizás también en esa vida haya un poco de huida, quizás también estén huyendo de ellos mismos.
Muchos de los hechos a los que hace referencia Carla Montero, así como algunos sucesos que nos relata y que pueden parecer fruto de su imaginación (muchas veces la realidad supera a la ficción), son históricos y está claro que la autora ha realizado una gran labor de investigación, pero la autora no nos abruma con datos y con batallas, ya que lo que hace la escritora es utilizarlos, acoplándolos con maestría a la ficción, como escenario de lo que nos quiere contar. Lo importante en esta novela no son estos hechos que sucedieron, sino los protagonistas, las personas que los vivieron.
Pese a encontrarnos ante una novela de gran extensión, casi 800 páginas, a mi su lectura no se me ha hecho en ningún momento pesada. La prosa de Carla Montero es amena, la lectura es dinámica, y la alternancia tanto en las dos voces narrativas como en las tramas dan mucha agilidad a la novela y, por supuesto, el interés que desde el primer momento suscitó en mi la historia han conseguido que su lectura me tuviera cautivada.
Está claro que son muchas las cosas que me han gustado de esta novela, cuya lectura no dudo en recomendar, y que para mi es la mejor novela de Carla Montero que he leído hasta la fecha, y creo que sólo tengo pendiente de lectura la primera, así que ahora os toca a vosotros decidir.
FICHA DEL LIBRO
FRAGMENTO