Cuando se sabe que una película está dirigida por Martin Scorsese, poco más se puede añadir. Cineasta con mayúsculas, poseedor de un sello y un estilo propios, por dos razones fundamentales pasará a la Historia del cine como uno de los mejores: la primera, sus magníficas películas; la segunda, su contribución a la evolución del Séptimo Arte como vía para narrar y visualizar historias de un modo característico y muy personal. Artista por excelencia, concibe, crea y cuenta a su propia manera las tramas que le interesan. Y por supuesto, como todo visionario, es susceptible de gustar o no. Incluso a mí, que me considero gran admirador suyo, algunas de sus obras no me agradan. Nunca he entendido, por ejemplo, el elevado número de seguidores de “El lobo de Wall Street”, que califico como film menor que peca de una exageración desmedida y termina por sobrepasar la frontera de la ordinariez. En compensación, soy un absoluto devoto de “Taxi Driver”, “El color del dinero”, “Uno de los nuestros”, “La edad de la inocencia”, “Casino”, “El aviador”, “Infiltrados” o “La invención de Hugo”, que convierten a su director en un genio del que hay que aprender. En “El irlandés” lleva el argumento a su terreno para volver a recrear ese universo de la mafia en el que se desenvuelve con especial soltura y en cuya proyección resulta misión imposible no recordar secuencias de sus anteriores largometrajes. Se trata de un proyecto sólido dotado de un ritmo constante, una impecable ambientación, unas interpretaciones sublimes y, como siempre, ese toque intransferible que el realizador añade a todas sus propuestas. Tal vez jueguen en su contra la duración (que alcanza casi las tres horas y media y que puede antojarse excesiva) y la versión original subtitulada (que puede resultar indigesta a parte del público), pero demuestra la buena forma con la que el director neoyorkino afronta esta aventura cinematográfica a sus setenta y siete años. La forma de abordar el tema de la mafia para Scorsese es sumamente peculiar. A diferencia de otros compañeros de profesión expertos también en dicha temática, como Francis Ford Coppola, dota a esa atmósfera tan insana de una comicidad muy particular y la relativiza gracias a una creíble labor actoral, una cuidada decoración y un meritorio diseño de producción. El reflejo de la violencia en la ejecución de los crímenes o, incluso, en las peleas dialécticas que entablan los mafiosos, se condimenta con notables dosis de humor, por muy serios que aparezcan los personajes o por más tensa que se presente la situación que filma. La cinta cuenta la vida de Frank Sheeran, más conocido como “El irlandés”, un camionero reconvertido en asesino a sueldo. Participó, entre otros muchos, en el asesinato de Jimmy Hoffa, poderoso jefe del sindicato del transporte, que desapareció el 30 de julio 1975 y no fue declarado legalmente muerto hasta el 30 de julio de 1982. De hecho, dicho crimen continúa siendo oficialmente una incógnita, uno de los misterios sin resolver más famosos de EE.UU. Entre las principales virtudes de la obra destaca, sin duda, su prodigioso elenco de actores, que hipnotizan con su mera presencia ante de la cámara y encarnan la historia viva del Séptimo Arte. En mi opinión, la actuación de Al Pacino puede calificarse como insuperable. Mejora cada uno de los planos en los que sale y por ello ya ha ganado con este papel el Hollywood Film Award al mejor actor secundario. Probablemente opte (y hasta obtenga) el próximo Oscar en la misma categoría. Asimismo, el recuperado Joe Pesci (ganador de la estatuilla dorada de Hollywood por su interpretación en “Uno de los nuestros”) borda magistralmente su caracterización, alzándose como otro de los pilares de la película. En cuanto a Robert De Niro, mejora sustancialmente sus últimos registros, habida cuenta que en los últimos años había malgastado su talento en comedias discutibles donde parecía una caricatura de sus años de esplendor. Aquí retorna a la senda de su enorme capacidad profesional, si bien sigue abusando de sus “tics”. En un segundo plano, les acompañan con acierto un solvente Harvey Keitel y una sobria Anna Paquin. Por lo que respecta a la polémica entre Netflix y los productores, distribuidores y exhibidores, no hay mucho más que decir. El mundo evoluciona y el cine no iba a ser una excepción. Siendo yo un gran defensor de la pantalla grande, reconozco que a día de hoy las productoras tradicionales ya no ofrecen a los verdaderos talentos la libertad creativa que requieren y su terca tendencia a centrarse en la reiteración de éxitos pasados les aboca a que nuevas fórmulas se abran camino.
Trailer en con subtítulos en castellano
Trailer en versión original
Datos del filme: Título original: The Irishman
Año: 2019
Duración: 210 min.
País: Estados Unidos
Dirección: Martin Scorsese
Guion: Steven Zaillian (Libro: Charles Brandt)
Música: Robbie Robertson
Fotografía: Rodrigo Prieto
Reparto: Robert De Niro, Al Pacino, Joe Pesci, Harvey Keitel, Bobby Cannavale, Anna Paquin, Jack Huston, Ray Romano, Kathrine Narducci, Jesse Plemons