El jardín de la abuelita.

Para éstos días fríos, en los que la gripe se ha instalado y no parece que quiera irse, he vestido mi cama con mucho color intentando crear un ambiente alegre y cálido. Decidí comprar unas fundas sin dibujo para poder aprovechar los quilts (que tienen un tamaño más pequeño que la cama de matrimonio) a modo de cobertor y que  luzcan en lugar de estar guardados en el armario.
Esta vez le ha tocado al quilt de hexágonos. Es un quilt que hicimos Vicen, (mi madre) y yo. Os lo contaba todo aquí.
Está hecho todo a mano, el acolchado es muy laborioso, acolché a mano absolutamente todos los hexágonos uno a uno, terminé cansada y contenta. El remate final del contorno del quilt me llevó mucho tiempo porque remetí hacia dentro la tela de la trasera para que conservase los picos en los largos  y los lados de los hexágonos en los anchos.





Me he vuelto loca intentado hacer unas fotos decentes, he jugado con la luz a horas diferentes, no obstante las fotos que subo son las mejores que he podido conseguir. Estoy muy verde en el tema de la fotografía.
Y por el momento esto es todo, nos vemos si por aquí pasáis.
Adios, adios.
Mavi.🐝