Si está buscando un cambio en el jardín que tiene actualmente, en este artículo podrá ver algunas características del diseño de jardines franceses y así decidir si es lo que desea para su espacio. Este estilo es uno de los más atractivos, populares e imitados en todo el mundo. Claro está, el jardín de un hogar no es comparable, por ejemplo, a los jardines de Versalles (claro ejemplo de este estilo), pero le dará un toque muy especial al espacio abierto del que disponga en su vivienda.
Muchos jardineros dominan este estilo que tiene un orden muy marcado, en el que los protagonistas son los setos, las flores y las formas geométricas. Los parterres pueden parecer auténticos tapizados al estar muy recargados, son muy coloridos y sus remates y marcos parecen auténticas piezas de mobiliario vegetal. Los elementos que más definen a este estilo de jardín son la perspectiva, la estructura, la forma de poda, el agua, la escala y la geometría. Un elemento también muy común en este estilo de decoración es la topiaria (técnica con la que se ornamentan los setos o jardines dando formas diversas, ya sean de plantas, animales o cualquier otra forma que se le ocurra). La especie más utilizada para esta técnica es el ficus benjamina, la azalea o el cedro.
Pero no todo es natural en el jardín francés, ya que los ornamentos no naturales también tienen mucha importancia. Esculturas, fuentes, estanques, canales o pérgolas son los elementos más utilizados y que mejor definen este estilo de jardín, mientras que el césped se limita a aparecer únicamente como base para los arreglos florales o en el resto de ornamentos.
Otro aspecto importante a tener en cuenta es el estilo de senderos que se utilizan, que en el caso del jardín francés son muy definidos, con trazos muy lineales, de gravilla y que en sus bordes se ponen coníferas o demás árboles con copa recortable.