Un jardín con forma de laberinto compuesto por 3.200 plantas, en la ciudad italiana de Venecia, rinde homenaje al escritor argentino Jorge Luis Borges al cumplirse 25 años de su muerte.
La gran obra se inspira en uno de sus cuentos más famosos, "El jardín de los senderos que se bifurcan", y fue concebida en los años 80 por el arquitecto inglés Randoll Coate e inaugurada la semana pasada en los jardines de la prestigiosa sede de la Fundación Cini, que tuvo la idea de este particular homenaje.
El jardín-laberinto, de unos 2 kilómetros, se encuentra la ciudad de Marco Polo, en la isla San Giorgio Maggiore, frente a la plaza San Marcos y concebido como un lugar para pensar, un espacio que invita a la contemplación y que a la vez permite al visitante perderse entre los arbustos.
El jardín-laberinto veneciano es el segundo más grande del mundo.
Desde lo alto, el laberinto veneciano reproduce el nombre de Borges escrito al derecho y al revés, un juego de palabras y formas, de múltiples interpretaciones, como toda su obra literaria.
Por voluntad de María Kodama (Viuda de Borges), se colocó un pasamano en el que está grabado en braille el relato “El jardín de los senderos que se bifurcan”. Ello permitirá al visitante ciego salir del lugar.