El Jardín Secreto - Salón de te y oasis en pleno centro de Madrid

¡Hola mentes inquietas!
Ya es jueves ¡síii! y ya hay que empezar a pensar qué vamos a hacer el fin de semana. Así que hoy te traigo un rinconcito de Madrid que te dejará con ganas de acercarre y pasar un rato agradable con tus amigos o familiares. Es un pequeño oasis precioso en pleno centro de Madrid que si no sabes que está ahí, posiblemente no lo veas (a pesar de su súper cartel en la puerta y en la fachada). Me lo descubrió una amiga este verano y la verdad es que es precioso y merece la pena.

El lugar se llama Jardín Secreto Salvador Bachiller. Está dentro de una tienda de maletas y bolsos de lujo de esa misma marca. 

Tenemos dos plantas en las que podremos disfrutar de tomar algo:

•  La 3ª planta es un salón de te precioso muy vintage y chic a la vez. No os puedo dar más datos sobre esta planta ya que nosotros quisimos aprovechar el buen tiempo que hacía y fuimos a la 4ª planta.
• La 4ª planta. El jardín secreto en sí. 

Bueno, pues aquí sí que me paro. Nuestra amiga nos había hablado un poco del lugar y la verdad es que tenía ganas de verlo. Se puede subir por escaleras o ascensor (que da más glamour jaja).El lugar es precioso. Es un pequeño y alargado jardín vertical con sillas de metal, bancos de madera o metal, un columpio, etc. Todo decorado de una manera muy delicada y cuidada. 

Está al aire libre pero disponen de un toldo enorme a varios metros de altura en el caso de que de mucho sol o haya que resguardarse. Como veis en la imagen, todo está decorado al milímetro y se disfruta de una ambiente tranquilo y relajado.Es un lugar para ir a tomar algo, nada de comer o cenar. Tienen varios tipos de tes, batidos, helados y algunos cócteles (en su contra tengo que decir que los cócteles son algo caros para mi gusto) y también alguna cosa para picar de raciones pero ya os digo que no es su fuerte.

Yo me quise arriesgar con un cóctel, pedí un margarita (que me gustan mucho) pero no estuve muy acertada. Estaba muy muy fuerte (y no sólo me lo pareció a mi) y aunque pedí que me lo rebajasen no tenía un sabor del todo bueno. Las proporciones, supongo. Sin embargo mis acompañantes sí quedaron satisfechos con lo que consumieron así que imagino que fue mala suerte en mi caso. Siempre lo acompañan con un platito de chuches y todo decorado con mucha delicadeza. Mirad en la foto los carteles que te ponen con las bebidas ¡son geniales!

Los precios son más o  menos asequibles según qué pidas y las camareras son muy amables. Todas llevan un uniforme rojo que me recuerda mucho a las azafatas.

Bueno, pues es un lugar que obviamente hay que visitar (y el salón de té de la planta tercera también) para descansar después de dar una vuelta por Gran Vía o ir de compras. Os dejo la ubicación en el mapa.
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Si vas, ya me dirás qué pediste y qué te pareció la decoración. ¡Quizá nos veamos por allí algún día!