No es reciente como preocupación de expertos, pero sí es relativamente reciente en el mundillo aficionado. Me refiero al enfoque holístico del jardín, o jardín sostenible.
El jardín es, en su propio concepto, fruto de la intervención de la mano del hombre sobre la Naturaleza. En palabras de mi gurú sevillano Xavier de Winthuyssen:
"Las obras de jardinería representan un refinamiento de cultura, y por su naturaleza delicada, necesitadas de atención continua, decaen o desaparecen cuando deja de existir el espíritu que les dio vida."
"'N'a avez vous vue-dice Rodin-comme un jardin sans jardinier est joli de lui même?' . Pero este resultado poético no puede subsistir indefinidamente, a menos que el artista lo encauce, escondiendo su acción, dejando obrar a la Naturaleza hasta el punto debido, pues un jardín completamente abandonado por fuerza desaparece, convertido en selva impracticable o erial."
La impactante 'Cherry Parfait' (Meilland, 2001), una floribunda de gran resistencia y belleza.
Admitida, pues, la necesidad de la intervención humana como esencia misma del jardín, cabe cuestionarse el tipo de relación a establecer entre jardinero y Naturaleza. Es ahí donde se abre un abanico de posibilidades que tienen más que ver con la filosofía y manera personal de enteder las cosas, que con la Ciencia misma o la estética. El enfoque sostenible es uno de tantos, y nace como punto intermedio entre lo orgánico y el abuso indiscriminado de lo 'químico'. Tiene dos pilares básicos:
- El conocimiento del entorno y uso sensato de los recursos, en especial, el agua. El jardinero ha de conjugar sus acciones y laboreo con las que corresponden a su clima, suelo, época del año, etc.. El estudio y mejora del suelo es fundamental.
- El minimizar el uso de fitosanitarios y otros productos químicos, como son los abonos de síntesis.
¿Es posible tener un jardín sostenible con rosas?. Rotundamente, sí. Conozco jardines orgánicos con rosas, algo bastante más complejo de conseguir, así que la sostenibilidad es posible. La fama de 'difíciles' de las rosas es reciente, y corre paralela con la búsqueda de factores genéticos que se asocian a la baja resistencia a enfermedades. Es decir, hibridar una rosa roja con buena forma y aroma es relativamente fácil si no tenemos en cuenta la resistencia a los hongos. Sucede con las rosas de corte: invernaderos donde hay bombeo constante de fitosanitarios para mantener a raya a los hongos. Cae de cajón que un jardín de rosas sostenible ha de basarse en una correcta selección de las variedades.Lo de 'correcta selección' es más fácil de escribir que de conseguir. Para lograrlo, hay que tejer redes de aficionados que propongan listas de cultivares por zonas climáticas, a través de las asociaciones locales. Si esto no existe, sólo nos sirve experimentar con el sistema de prueba y error. Este último es el caso de España. Una vez escogidas las variedades, hay que centrarse en las condiciones correctas de cultivo. En esta entrada de 2013, hay un buen resumen sobre cómo cultivar correctamente un rosal: Sobre oídio y condiciones de cultivo de los rosales
'The Alnwick Rose' (Austin, 2001), una de las escasas rosas inglesas con auténtica resistencia a los hongos.
Mi opinión personal. En la huerta marítima he fumigado los rosales dos veces en 2013 y una vez en 2014. Y soy fan absoluta del compost (gracias a Llosona, del blog Paisaje vegetal, quien tan generosamente responde siempre a mis dudas). Está claro que mi opción es la sostenibilidad. Pero, no fumigar a tutiplén, no significa 'abandonar', tal y como explica mi gurú Winthuyssen. Reconozco que el clima me ayuda: es una huerta con 365 sobre 365 días de movimiento en el jardín. Hay tres grandes 'explosiones', la primaveral con magnolias, iris y rosales, la veraniega con las hydrangeas y el huerto en plena ebullición,.... y la otoñal, con camelias, que son un espectáculo tan o más intenso que las rosas. Las camelias son el auténtico privilegio de la huerta galaica, centenares de flores en los días más desapacibles, desde agosto (inicia C. sinensis) hasta junio siguiente (las C. japonica más tardías). Esto hace que me resulte muy fácil diversificar y no estar obsesionada con un hongo más o menos en los rosales. Mi mayor esfuerzo lo he dirigido a la selección de cultivares-aún estoy en ello-y a que el laboreo y la higiene sean los correctos."Una rosa es una rosa es una rosa". Gertrude Stein.