TÍTULO ORIGINAL Ender’s Game
AÑO 2013 NACIONALIDAD Estados Unidos
DIRECTOR Gavin Hood
GUIÓN Gavin Hood (Novela: Orson Scott Card)
REPARTO Asa Butterfield, Harrison Ford, Hailee Steinfeld, Ben Kingsley, Viola Davis, Suraj Partha, Abigail Breslin, Moises Arias, Jimmy ‘Jax’ Pinchak, Aramis Knight, Brendan Meyer, Conor Carroll, Khylin Rhambo, Brandon Soo Hoo, Nonso Anozie
SINOPSIS Setenta años después de una guerra entre seres humanos y extraterrestres, un niño es enviado a una escuela militar espacial con el fin de prepararlo para una futura invasión. Adaptación de la popular novela de ciencia-ficción de Orson Scott Card.
Es ciencia ficción, por eso me interesó, aunque hubiera niñatos de por medio. Es ciencia ficción, dicen… Lo que es es una puta mierda.
Niñato llorón y violento es reclutado por ‘el ejército’ para matar bichos, inteligentemente llamados Insectores. En el ejército lo tratan mal por novato y él devuelve una dosis intermedia entre violencia innecesaria y arrebatos de lucidez.
Más tras el salto. Con spoilers.
Pobre Orson Scott Card. Ojo, no he leído nada de su obra, ni sabía de su existencia hasta hace bastante poco… Dicen que aquí mezclan cosas de las 2 primeras novelas de Ender (en serio? más de 1?), pero no tengo ni idea. Lo que sí tengo claro, es que no me interesa nada de lo que ha escrito, y no por la ambientación, si no por lo trillado que ya está el género niñato salvador. Paso.
En esta película no hay nada bueno. Harrison Ford parece que actúa por obligación, o algo, y el resto del reparto destaca por su ineptitud.
La historia es una puñetera mierda pseudo-Disney, aderezada con niñatos lacrimosos en un entorno decepcionantemente escogido. Y por qué decepcionante el entorno? Porque mola; y cuando algo mola, pero está rodeado de mierda, pues oye… no queda tan bien.
Si me pones a Raquel Welch en una colchoneta flotando en un mar de cacas de perro, no, no me tiro a nadar.
Y así crece el niñato TDAH que lo que necesitaba eran un buen par de hostias a tiempo, pero no… lo dejaron asilvestrao y así creció, que no hay quien le tosa. En la mili le dan caña, pero como es un broncas deja a otro enano en coma y asciende. En la mili sólo quieren raritos.
Finalmente monta un equipo de ‘inadaptados’ y se van a una ex-colonia de aliens a entrenar a base de Starcraft. Durante los simulacros juro que llegué a pensar: ‘aún serían las risas que no fuera un simulacro…’. Y acerté. Cuando un final es predecible, aún de rebote, el chasco es mayor.
Después de aniquilar el planeta de los bichos desde la estrella de la muerte, todos se sienten muy mal, y el niñato llorón llora más que nadie.
Bua, bua… gané la guerra pero maté bichos…
Es una maldita guerra, cojones, para qué coño llevas toda tu vida entrenando si no es para esto?
Después de llorar un rato, se hace colega de una reina alien y se la lleva de paseo en una nave, porque ahora el niñato ya es un jefazo almirante de la mili.
El final es tan apurado y mierdas como os lo cuento… Queda abierto a futuras mierdas, pero no creo que las vea porque esta ya es una soberana mierda.