Adaptar un clásico de la ciencia ficción no es tarea fácil. Gavin Hood se atreve con la novela más popular de Orson Scott Card y lo hace de forma ligerita, evitando la parte más adulta y centrándose en la más lúdica. La película está bien, es entretenida y funciona, pero está lejos de ser algo grande. Hood prefiere guardar en el cajón lo comprometido, ir por faena y enfocar la peli hacia el entretenimiento puro y duro. La decisión es respetable pero creo que con el material de base se debía aspirar a algo más que a ser un producto que huele a saga adolescente.
Y dos cosillas que no me quiero dejar. Una: Asa Butterfield lo hace bien, pero no me convence como el gran líder que se supone que es. Dos: Harrison Ford da mucha risa con ese peinado.
Lo mejor: entretiene.
Lo peor: debería conseguir algo más que eso.