En el año 2070 los habitantes de la Tierra viven con el temor de la Tercera Invasión de los insectores, una poderosa raza de extraterrestres. Tras salir derrotados de su primer enfrentamiento con los terrestres en la Primera Invasión, los insectores volvieron en la Segunda Invasión con una fuerza mucho mayor y el propósito de conquistar y colonizar la Tierra; y esta vez lo habrían conseguido a no ser por el genio de Mazer Rackham, estratega legendario desde entonces, que los frenó in extremis.
Ante la inminencia de un nuevo ataque, este ya definitivo, la Flota Internacional se dedica afanosamente a buscar un digno sucesor de Rackham para enfrentarse y vencer definitivamente a los insectores. El plan que siguen consiste en seleccionar niños de capacidades excepcionales para darles una educación especial en la Escuela de Batalla, con la esperanza de que uno de ellos sea el estratega que les lleve a la victoria.
Andrew “Ender” Wiggins es uno de los niños seleccionados, pero no uno cualquiera de ellos, pues el coronel Graff, director de la Escuela de Batalla, está convencido de que será el elegido para liderar las fuerzas terrestres contra los insectores. En un mundo superpoblado, donde no se permite tener más de dos hijos por pareja, ser un Tercero es un estigma que Ender sobrelleva como mejor puede. Sus padres ya tenían dos hijos, sus hermanos mayores Peter, que le odia y tortura, y Valentine, que le ama y defiende, pero el Gobierno les convenció para tener un hijo más por las especiales cualidades que demostraron Peter y Valentine a la edad de Ender. Ambos fueron inicialmente seleccionados, pero descartados posteriormente por alguna faceta de su carácter que les hacía inadecuados para los propósitos de la Flota Internacional.
Con seis años Ender es separado de su familia y llevado a la Escuela de Batalla junto con otros chicos de su edad o mayores para completar la educación que se ha decidido para él. Con una total falta de compasión se van desarrollando sus cualidades como estratega y líder, entrenándolo física y mentalmente mediante juegos. Pero el objetivo del entrenamiento es la salvación de la humanidad, así que la frontera entre el juego y la realidad es tenue.
Orson Scott CardNo es nuevo en el campo de la ciencia ficción el tema del cadete espacial entrenado para luchar contra los extraterrestres que amenazan a la humanidad, ni el de que la supervivencia de ésta dependa de una sola persona, pero el tratamiento que se les da en El Juego de Ender tiene rasgos que hacen el libro muy interesante. El más sobresaliente es la evolución interior, la psicología del personaje, y el hecho de que el autor no se cebe en matanzas de extraterrestres, aunque el libro no está ni mucho menos exento de violencia.
Los juegos de ordenador, las consolas y ordenadores personales, y también internet están muy presentes en El Juego de Ender, aunque la ciencia quede un poco malparada. Describir transmisiones instantáneas por necesidades de la trama, aparte de saltarse a la torera los supuestos de la teoría de la relatividad, le da un toque más esotérico que científico a la obra.
El juego de Ender es la novela más conocida de Orson Scott Card, y se ha convertido en todo un clásico del género de ciencia ficción, ganando los prestigiosos premios Hugo y Nebula. Para su autor esta obra y su primera secuela, La voz de los muertos, significaron su consagración, siendo el primero en ganar los premios Hugo y Nebula en dos ediciones seguidas, los años 1985 y 1986.
Otro detalle es que apenas aparecen adultos ni tampoco mujeres. La escasez de personajes femeninos de relevancia y algún otro aspecto que se repite en sus libros provocan que se diga que su obra está influenciada por la religión mormona, de la que es un activo miembro Card, hasta el punto de haber sido misionero. La historia de un chico que va madurando y quemando etapas hasta llegar a ser un personaje importante, que encontramos en El Juego de Ender y en otras de sus obras, se toma como un intento de reflejar la vida de John Smith, fundador del credo mormón. Estos aspectos no puedo confirmarlos ni negarlos, pues ni conozco dicho credo ni he leído más libros de Orson Scott Card. Además, creo que hay que separar la vida del autor y su obra. El libro es muy bueno y merece la pena leerlo. Es muy recomendable, aunque reconozca que en este momento ni el autor ni su obra están entre mis favoritos en el mundo de la ciencia ficción.
Existía un proyecto de la Warner Bros para llevar el libro a la gran pantalla, que sería dirigido por Wolfgang Petersen (El submarino), para el que el propio Card había concluido el guión en el año 2003, pero en el 2008 expiró el contrato del autor con la productora sin que se hubiese realizado la película. Al año siguiente se anunció una nueva iniciativa, esta vez con Gavin Hood (X-Men orígenes: Lobezno) como director, que se prevé fructifique en el 2013. Habrá que verlo, mientras tanto circulan por la red multitud de supuestos trailers realizados por fans.
Sí que existe una versión en cómic de El Juego de Ender, editado por la Marvel, con guión de Christopher Yost y dibujos del catalán Pascual Ferry. Al parecer fue el mismo Scott Card el que eligió al dibujante, a quien conocía por haber colaborado con él cuando realizó algunos guiones de Ultimate Iron Man. La serie comenzó en Estados Unidos en el 2008 y a España han llegado algunos números en castellano, aunque en este momento no puedo precisar cuantos.
El videojuego se ha estado anunciando desde hace varios años. Lo iba a desarrollar Chair Entertainment (Undertow), pero en diciembre del pasado año 2010 la compañía anunció que abandonaba el proyecto.