"A los hombres se les debe gobernar con guante de acero dentro de guante de terciopelo"
Napoleón Bonaparte.
Nota Previa: este
tipo de juego puede ser perjudicial para su propio poder.
Le guste o no le
guste, todas las relaciones humanas se basan en un juego de poder. Cuanto mejor
lo domine, más feliz será, y por lo tanto, más feliz podrá hacer a los demás.
Si juega mal o se niega a jugar, en el mejor de los casos, su vida discurrirá
con menos suavidad.
Aquí se expondrán
unas reglas que generalmente conviene seguir. Son un resumen de textos de
varios autores clásicos con algunos comentarios.
Quizás alguien se
escandalice con algunas de las ideas que aquí se exponen, choquen con sus
creencias o parezcan poco éticas.
Aunque ahora se
hable de unos valores como solidaridad, tolerancia, etc., desgraciadamente, la
vida viene siendo un juego de poder desde hace milenios y no parece que vaya a
cambiar. De todas formas, usted elige bando: tener poder o no tenerlo.
Si decide continuar
leyendo, Ud. debe comprender y aceptar que lo hace bajo su única y exclusiva
responsabilidad.
El juego en total
consta de 20 reglas. Por razones de espacio aquí solo están las diez primeras:
1/ Ser misterioso e
impredecible.
"Cualquiera que
tenga forma puede ser definido, y cualquiera que pueda ser definido puede ser
vencido".
"No obrar
siempre igual. Así se confunde a los demás, especialmente si son competidores.
No hay que obrar siempre de primera intención, pues nos captarán la rutina y se
anticiparán y frustrarán las acciones. Tampoco hay que actuar siempre de
segunda intención, pues entenderán la treta cuando se repita".
"Sé
extremadamente sutil, discreto, hasta el punto de no tener forma. Sé
completamente misterioso y confidencial, hasta el punto de ser silencioso. De
esta manera podrás dirigir el destino de tus adversarios".
"Hay que
ingeniárselas, por encima de todo, para que cada una de nuestras acciones nos
proporcionen fama de hombres grandes y de ingenio excelente".
"Si el soberano
no es misterioso, los ministros encontrarán la oportunidad de tomar y
tomar."
2/ Hacer que nadie
sepa lo que piensas.
"Que el enemigo
nunca sepa lo que piensas".
"Confundir a
los contrincantes significa actuar de tal manera que les impida mantener la
mente en calma. Intenta varias maniobras según la oportunidad del momento,
haciendo pensar al contrincante que ahora vas a hacer esto, después lo otro, y
a continuación algo distinto, hasta que veas que empieza a estar desconcertado,
y así ganar a voluntad".
"Todo el mundo
conoce la forma mediante la que resultó vencedor, pero nadie conoce la forma
mediante la que aseguró la victoria".
3/ Hablar menos de
lo que se debería.
"Alá dio al
hombre dos oídos y una boca para hablar la mitad de lo que se escucha".
Nunca se debe
empezar a hablar antes de que lo hagan los subordinados. Cuanto más tiempo se
permanezca callado, más pronto empezarán los demás a hablar. Y mientras lo
hacen, uno puede comprender sus verdaderas intenciones."
4/ Cuando hay que
dejar elegir a alguien, que sólo elija entre lo que usted quiera.
Es el ejemplo de
técnica de venta en el que decimos: "Perfume Brisa Marina o perfume Sol
y Arena, usted elige" y, naturalmente, los dos perfumes son de la
misma empresa. Elijan lo que elijan, siempre ganamos.
"Las heridas y
cualquier otro mal que los hombres se ocasionan a sí mismos espontáneamente y
por su propia elección son a largo plazo menos dolorosas que aquellas que les
ocasionan los otros."
5/ Que otros hagan
las cosas por usted.
"Es una gran
suerte de los poderosos acompañarse de hombres de gran entendimiento que les
saquen de todos los problemas causados por la ignorancia y que incluso peleen
por ellos las luchas más difíciles. El que no pudiera alcanzar a tener la
sabiduría en servidumbre, que la alcance en la amistad".
6/ Que su jefe no
sepa ni sospeche que usted es más listo que él.
"Toda derrota
es odiosa, y si es sobre el jefe o es necia o es fatal. Siempre fue odiada la
superioridad, y más por los superiores. Será fácil hallar quien quiera ceder en
éxito y en carácter, pero no en inteligencia, y mucho menos un superior. A los
jefes les gusta ser ayudados, pero no excedidos".
7/ Hacer que la
gente dependa de usted.
"Un príncipe
sabio ideará la forma para mantener a todos los ciudadanos en todas las
circunstancias en situación de dependencia del Estado y de él; y entonces ellos
siempre confiarán."
"Hacerse
indispensable. Más se saca de la dependencia que de la cortesía; el satisfecho
vuelve inmediatamente la espalda a la fuente. La primera lección de la
experiencia debe ser entretenerla, pero no satisfacerla; así se conserva la
dependencia que los demás tienen; incluso la del Rey.
8/ Confiar en el
interés del prójimo, no en su agradecimiento.
"La forma mejor
y más rápida de hacer fortuna es dejar que los demás vean claramente que está
en su propio interés promocionar el tuyo"
Si se va a pedir
ayuda a alguien, no hay que recordar los favores del pasado, encontrarán las
formas de ignorarlo. Hay que encontrar algo en la petición que le pueda
beneficiar y exagerarlo. Entonces, la otra parte responderá con entusiasmo, ya
que también podrá sacar provecho.
9/ La información es
el poder: espíe.
"Los espías nativos
se contratan entre los habitantes de una localidad. Los espías internos se
contratan entre los funcionarios enemigos. Los agentes dobles se contratan
entre los espías enemigos. Los espías liquidables transmiten falsos datos a los
espías enemigos. Los espías flotantes vuelven para traer sus informes.
Entre los
funcionarios del régimen adversario, se hallan aquéllos con los que se puede
establecer contacto y a los que se puede sobornar para averiguar la situación
de su sector y descubrir cualquier plan que se trame contra ti, también pueden
ser utilizados para crear desavenencias y desarmonía".
10/ Destruya
totalmente a sus enemigos.
Cuando Roma venció
definitivamente a los cartagineses, un senador dijo: "En mi opinión,
Cartago debe ser destruida". Todos sus habitantes fueron esclavizados y la
ciudad fue totalmente arrasada y sembrada con sal. Nunca más volvieron a
molestar a Roma.
"A los hombres
se les ha de mimar o aplastar, pues se vengan de las ofensas ligeras ya que de
las graves no pueden: la afrenta que se hace a un hombre debe ser, por tanto,
tal que no haya ocasión de temer su venganza".
Este escrito cuyo origen es de autor anónimo fue actualizado con frases
pertenecientes a: Sun Bin, Baltasar Gracián, Sun Tzu,Maquiavelo, Huanchu
Daoren, Miyamoto Musashi, Mario Puzo, y Jean de la Bruyère.