Revista Sociedad

El Juílla

Publicado el 27 marzo 2016 por Jas

El Juílla

El Juílla, en Torremenga de la Vera

De todos es sabida la existencia de los evangelios apócrifos los cuales, como ya vinieran haciendo los que conocemos como sinópticos (de san Mateo, Marcos, Lucas y Juan), pretenden el relato de los hechos que giraron en torno a la vida y milagros de Jesucristo y de sus apóstoles. Lo que diferencia a sinópticos de apócrifos es la oficialidad con la que la iglesia, allá por el siglo IV, revestiría a los unos desdeñando a los demás.Pero esos otros no sólo existen, también contaron con predicamento y numerosos seguidores, fundamentalmente en los primeros siglos desde el advenimiento de la fe cristiana. Así, serían apócrifos evangelios como el de Tomás, María Magdalena o el de Judas Iscariote que nos ocupa hoy, de entre los más antiguos y que desmentiría su traición, convirtiéndola en el desempeño de la elevada misión de facilitar la de Jesús, a través de su entrega: porque sin Pasión, sin muerte y sin resurrección, no habría sido posible la redención.Según estas nuevas teorías Judas habría sido el encargado de que todo sucediese tal cual estaba escrito, desde que Jesús le dijo: "Tú superarás a todos ellos (refiriéndose a los Apóstoles), tú sacrificarás al hombre que me recubre..."

El Juílla

El Juílla, en Torremenga de la Vera


Sean como fueren las cosas, en tanto en cuanto se esclarecen definitivamente los hechos: cada año, el Domingo de Resurrección y en numerosos pueblos de España, siguen juzgando a Judas y quemándolo por traición...


EXTRAS DEL POSTVer la quema del Juílla en Jarandilla de la Vera

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