-Marina Muñoz Cervera-
El konjac es una fibra dietética que se ha puesto de moda.
Me imagino que muchos de vosotros habéis oído hablar de la pasta o el arroz konjac.
Quizás, lo habéis comprado para probar y ya forma parte de vuestra despensa.
Y. si os gusta la cocina asiática, lo conoceréis como «fideos shirataki».
Esta fibra se publicita como adelgazante, por su poder saciante y escaso contenido calórico.
Y lo podemos encontrar con los adjetivos de «arroz o pasta saludable», «sin gluten» y atributos similares.
El componente principal del konjac es el glucomanano y se considera un suplemento o complemento alimentario.
Vamos a conocer un poco más de este producto.
¿Qué es el konjac?
Procede de una planta perenne de origen asiático «Amorphophallus konjac», familia Araceae.
El secado, trituración y molienda del tubérculo de la mencionada planta permite obtener la harina de konjac no purificada.
Y, para obtener el glucomanano de konjac, es necesario, purificar la harina, es decir, lavarla con etanol y agua. De esta manera, se inactivan las enzimas del tubérculo, responsables de la disminución de la viscosidad y el peso molecular.
Esta fibra soluble tiene una gran capacidad para absorber agua formando soluciones viscosas.
Por lo tanto, el glucomanano se considera el polisacárido de reserva de la planta konjac.
¿Se puede considerar un alimento nutritivo?
En realidad, no contiene nutrientes como tales, se trata de una fibra que provoca efecto saciante por su capacidad para retener agua, y que facilita el vaciado intestinal por su característica de formar soluciones viscosas.
De ahí, que muchos autores le confieran propiedades beneficiosas para la salud como:
– Mejoría del estreñimiento.
– Reducción del colesterol LDL.
– Disminución de la glucemia en sangre.
Los nutrientes, que puede aportarnos, procederían de los ingredientes con los que se prepara, como salsas, verduras, pescado, carne, etc.
Y, por otra parte, al mejorar en funcionamiento digestivo puede facilitar la absorción de los nutrientes de otros alimentos, siempre y cuando no se consuma en exceso, porque puede provocar el efecto contrario.
El konjac no es degradado por las enzimas digestivas, pero si es digerido por las bacterias del colon formando gases.
Por lo tanto, como efectos adversos de su consumo excesivo o continuado podrían ser el meteorismo intestinal y la malabsorción y consecuente malnutrición, entre otros, como:
– Obstrucción intestinal (por la formación de soluciones viscosas).
– Interferencia con la absorción de fármacos.
– Molestias abdominales.
Pros y contras del konjac.
Aunque puede ser útil para personas que tienen limitados los carbohidratos, como diabéticos, entre otros, siempre y cuando lo consuman de la forma adecuada, esta fibra no sustituye a los hidratos.
El konjac no nos da energía. Sólo facilita el tránsito intestinal y da sensación de plenitud gástrica.
Sin embargo, nos da la impresión de comer pasta o arroz aunque con una textura ligeramente distinta. También, se fabrica pan con la harina purificada.
Por lo tanto, puede ser consumido dentro de una alimentación equilibrada pero siempre teniendo en cuenta que estamos aportando fibra. Un exceso de fibra, además de gases puede causarnos diarrea y, en consecuencia, dificultar o empeorar nuestra nutrición.
La cantidad de fibra alimentaria que nuestro organismo necesita, diariamente, oscila entre 25 y 30 gramos.
En conclusión, el arroz o la pasta konjac pueden ser saludables según como se consuman, pero en ningún caso puede sustituir a la pasta o el arroz convencionales, desde el punto de vista nutricional.
Y para terminar esta entrada, comentaros que si sustituimos los hidratos convencionales con este producto con mucha frecuencia, para crear un déficit calórico y perder peso, puede ocasionarnos una apetencia desmesurada de estos alimentos, de origen energético y/o emocional.
Fuentes:
– Carlos Barros Santos (2008). «Los aditivos en la alimentación de los españoles y la legislación que regula su autorización y uso». Ed Visión Libros.
– GONZALEZ CANGA, A. et al. Glucomanano: propiedades y aplicaciones terapéuticas. Nutr. Hosp. [online]. 2004, vol.19, n.1 [citado 2023-08-24], pp.45-50. Disponible en: <">" rel="nofollow">http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0212-16112004000100008&lng=es&nrm=iso>. ISSN 1699-5198.
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