Revista África

El laberinto de la ausencia (2): a medio camino. 18.01.11

Por Chemacaballero

Esta tarde he estado tomando unas cervezas con mi amiga Carmina Monge. Me ha traído de regalo un libro de Aminatta Fona (está traducido al castellano en Alfaguara: La memoria del amor). Hace tiempo que quería comprar este libro pero el presupuesto no me llegaba y lo tenía ahí aparcado. A Aminatta la conozco de Freetown donde se ha ido trasladando a vivir poco a poco. En su primer libro “The devil that danced on water” cuenta su historia y la de su familia. Se crió en Reino Unido y volvió a Sierra Leona buscando sus orígenes y al final se ha quedado. Coincidía con ella en el Balmaya, el bar-restaurante de Congo-Cross. Allí nos sentábamos a charlar amparados por la hospitalidad de Anty Joyce, la dueña.

   Carmina trabaja para una ONG y está siempre de viaje -como yo- por lo que no es fácil que nos veamos, por eso las pocas veces que coincidimos, gracias a las travesuras de nuestras agendas, disfrutamos del momento. Ella se mueve mucho por África del Este, especialmente por Kenia (es allí, en Nairobi, donde dice que encuentra las librerías que venden libros de autores africanos), Uganda, Sudán del Sur…

   En el Sur de Sudán ha terminado el referéndum de independencia y la participación ha superado con creces el 60% que se requería para su validación. Ha sido un gran éxito pacífico después de 30 años de guerra y más de 2.000.000 de muertos. Los resultados los sabremos a mediados de febrero. Sin embargo, todo hace indicar que el sí saldrá vencedor.

   Además, coincidiendo con el comienzo del referéndum, en la zona central de Sudán del Sur, donde se encuentra la región de Abyei, las dos tribus rivales enfrentadas y que habían también producido numerosos muertos, los Missiriya y los Ngok Dinka, firmaron, por su propia iniciativa, un acuerdo de paz.

   Abeyei es una región rica en petróleo que está situada en la frontera de lo que serán los dos nuevos estados y que los acuerdos de paz entre el Norte y el Sur de 2005 no deciden a quién pertenece, es uno de los muchos temas abiertos que queda por solventar entere los dos países. Sus habitantes se sienten más cercanos al Sur, pero sus pozos, aún sin explotar, hacen que el Norte la reclame para sí.

   A la vista del éxito del referéndum, Occidente y China han empezado a tomar posiciones para hacerse con el control de la riqueza. Posiblemente se repita la historia que se da en tantas otras partes de África: unos pocos se beneficiarán del petróleo (muchos de ellos extranjeros y políticos locales) y la inmensa mayoría de la población seguirá sumida en su pobreza.

   Me he despistado, porque de lo que estaba hablando es de mis cervezas con Carmina. Revivimos las Stars que nos tomábamos en la playa de Lumley, en Freetown. Y hablando de ese país, la noticia que ha aparecido en la prensa con relación a Sierra Leona estos días es bastante positiva aunque un poco engañosa. Dice que el Gobierno de Sierra Leona pide perdón a las víctimas de la guerra. Pero esto no es cierto del todo. El gobierno no ha pedido perdón ni sabemos si lo hará. Ha sido un vice ministro el que ha desvelado la noticia en un viaje a Nigeria. Todo parece quedarse en una nueva recomendación que ha hecho una comisión nombrada por el Presidente Koroma y que no hace más que repetir lo que ya dijo el informe final de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación: que se pidiera perdón a las víctimas de la guerra, especialmente a las mujeres y niños. Pero siempre es un paso importante en el buen camino.

   La otra noticia es que, por fin, se ha creado la diócesis de Bo, separándola de la de Freetown. Una vieja reivindicación de la iglesia católica de Sierra Leona. Se ha nombrado como primer obispo al padre Charles Campbell. Esta diócesis comprende toda la provincia del sur, de mayoría mende y quizás la parte del país donde la Iglesia católica tiene más arraigo y tradición.

   Ya que he mencionado a los mende, os dejo con Daddy Saj y su Gbomgolo, canción en la que mezcla el krio con el mende, a pesar de que él no pertenece a esa tribu. Aunque no entendáis las palabras seguro que no podéis dejar de mover el cuerpo al ritmo de la música.

   Por cierto, para entender el video: cortarse el pelo al cero (muy normal en los niños) se llama tolon y la tradición requiere “nak di tolon” –dar una palmada en la calva.

  


Volver a la Portada de Logo Paperblog