Aunque había leído que Alex Rovira y Francesc Miralles se dedicaban a escribir libros de autoayuda, la verdad es que yo me inicié con una novela que para nada podía encuadrarse en este género y que reseñe hace tiempo, La última respuesta, es un libro que recuerdo con mucho cariño y al que si no recuerdo mal recomendé vivamente en el post.
El laberinto de la felicidad es un cuento para adultos, y como no para adolescentes, es un libro de autoayuda que habla de la búsqueda incesante del hombre por algo que unos consideran una utopía y otros algo muy difícil de alcanzar y pocos son capaces de ver que se encuentra a la vuelta de la esquina y en las cosas más insospechadas.
La protagonista es Ariadna, una mujer de 33 años que después de perder el empleo, única cosa por otra parte le quedaba, se sume en una desesperación que le lleva a adentrarse en el laberinto de la felicidad. Realmente no es una decisión que tome conscientemente, cansada de luchar se duerme en un bosque al que en circunstancias normales ni se hubiera acercado y despierta rodeada de muros. Un cazador de mariposas le explica que se encuentra en un laberinto y que ella misma tiene que encontrar la salida.
Sin embargo cual laberinto, la salida no es fácil de encontrar y para ello Ariadna tendrá que hacer un viaje al fondo de si misma, deberá aprender a quererse y a aceptar las cosas como le vienen, una tarea nada fácil para ella, poco a poco los días van pasando y con la ayuda de una serie de personajes va aprendiendo a aceptarse a sí misma, a querer a los demás... y se da cuenta de que la salida del laberinto siempre la ha tenido cerca, al mismo lado, pero sólo ha sido capaz de verla cuando ella realmente ha aprendido a ser feliz.
Me he encontrado con frases maravillosas o al menos a mí me lo han parecido, enseñanzas únicas de una forma muy sencilla, un libro corto, pero intenso, que se puede leer rápidamente puesto que incluso en la edición de bolsillo tiene un letra muy grande... y los capítulos son tan cortos que te llevan a seguir leyendo aunque los ojos se te cierren... os dejo un botón de muestra.
De repente, entre un grupo de nórdicos con la piel tostada, por el sol, apareció el cazador de mariposas, que se plantó delante de Ariadna y le preguntó:
_Sigues buscando la felicidad?
Antes de que ella pudiera contestar, él mismo lanzó la respuesta:
_ Créeme: no vale la pena que la busques. La felicidad no se busca, se encuentra-
_ ¿Y donde se encuentra?_ añadió Ariadna.
_ En todas partes y en ninguna, porque la felicidad no es una meta, sino sólo un perfume.
_ ¿Un perfume?_ preguntó ella extrañada.
_ Sí, es el perfume que desprende aquello que está bien hecho. Una puesta de sol perfecta, la caricia de un cachorro, la mirada de un ser amado, una canción sublime..., cualquier momento inolvidable. Por eso no la puedes capturar como si fuera una mariposa.
El epilogo de libro muy muy corto, me ha dejado pensando varios días, suelo iniciar un viaje al centro de mi misma cuando me veo desbordada, se que las respuestas que busco no me las puede dar nadie porque ya las conozco, sólo tengo que bucear, este libro no me ha aportado gran cosa pero tengo que reconocer que es un cuento muy bonito y que puede ayudar a mucha gente. Termina de una forma contundente, para dar paso a una serie de citas que como buena amante de ellas, he coleccionado, aunque tengo que reconocer que había muchas que ya formaban parte de la colección.
Ésta es la historia de alguien que lo había perdido todo y se encontró a sí mismo_ su mayor tesoro_ en el centro del Laberinto.
Y como cuento iniciático su cometido es llegar a todo aquel que lo necesita así que antes de llegar a las citas todavía nos encontramos con más letras.
Este libro tiene dos alas, como la Mariposa de la luz, y no se ha posado en tus manos por casualidad.
De ti depende que siga volando para mostrar a quien lo necesita el camino hacia el centro del Laberinto.
Aunque la lección que enseña la aprendí solita hace mucho tiempo, comparto esta lectura por si alguien en algún momento se siente perdido y necesita de su lectura...