Revista Cultura y Ocio

El laberinto de los espíritus, de Carlos Ruiz Zafón

Publicado el 28 noviembre 2016 por Covadonga Mendoza @Cova_Mendoza

El laberinto de los espíritus, de Carlos Ruiz ZafónEl laberinto de los espíritus

La policía investiga la desaparición de Mauricio Valls, escritor y antiguo director del penal de Montjuic en Barcelona. Para ello designa a la pareja formada por la misteriosa Alicia Gris y el veterano Vargas. Al tiempo, se revelan los últimos secretos de la familia Sempere, protagonista de los tomos anteriores de esta serie del "Cementerio de los libros olvidados".

Hasta la mitad más o menos, esta obra de Zafón me estaba gustando. Escrita con una prosa ágil, dinámica, colorista (pero moderada respecto a excesos de figuras de las obras anteriores), llena de diálogos ingeniosos, escenas de tinte cinematográfico, intriga, y protagonizada por una pareja de "detectives" (Alicia y Vargas) muy bien compenetrada, en la que destaca ella, una especie de espía en la línea del Falcó de Pérez Reverte (pero mucho más humana, realista e interesante, dentro de su carácter novelesco), la novela se lee casi sin sentirlo hasta que tiene lugar cierto giro argumental.

Sin embargo, a partir de ese momento (y de que entren en escena los Sempere y las tramas e historias de los libros anteriores), a mí se me ha hecho cuesta arriba. Los diálogos, además de ser larguísimos, se pasan de ingeniosos. Todos los personajes, sean de la adscripción socio económica que sean, hablan más o menos igual, son capaces de agudas réplicas y contra réplicas en los contextos más variados. Hay dos tipos de habla: la culta enrevesada (de Fermín y un par de personajes más) y la normal. Para mi gusto, se falla en el tono, demasiado humorístico incluso en situaciones dramáticas (por ejemplo, una escena donde un personaje malherido está a punto de morir en un taxi y los demás con sus floreos y frases graciosas).

Dejando aparte a Alicia, que me parece el hallazgo de la novela, el resto de personajes o me caen mal, como Bea (injustificadamente celosa y arisca) y Fermín (caricatura del personaje de "La Sombra del viento"), o me parecen sosos, como Daniel, muy desdibujado. Por otro lado, hay demasiados personajes. Y, lo que es peor, demasiados personajes con "punto de vista" (consecuencia de ese narrador en tercera persona omnisciente que lo cuenta absolutamente todo: sí, Zafón sigue sin conocer la elipsis; por favor, que alguien se la presente), lo cual contribuye a aumentar el número de páginas, a dispersar la atención, a enredar la trama. Hay también un exceso de explicaciones sobre lo ocurrido, que lejos de aclarar, lían más al lector (o al menos, yo he tenido esa impresión: hay detalles de las que no me he enterado, lo reconozco).

Algunas de las cosas que suceden me parecen previsibles, como la identidad de uno de los "villanos", o el secreto-misterio de Isabella (¿qué otra cosa podría ser?). El misterio final desvelado no me ha resultado interesante. Y terminada la lectura, una se da cuenta de la cantidad de escenas que podrían haberse recortado o eliminado sin que se resintiera la obra.

Lo cierto es que cuanto más analizo la historia más deslavazada me parece. Da la impresión de que el autor mete muchos elementos, además de tratar de explicar los libros anteriores, con el resultado de una amalgama heterogénea en exceso dilatada. Lo único que me ha interesado de verdad ha sido la historia de Alicia, que podría haber funcionado incluso por separado, en un spin off. Pero el autor la vincula de forma algo forzada con la historia de los Sempere, que a mí, la verdad, me aburre (y es que ya son muchos libros contando lo mismo desde distintos ángulos).

Percibo que Zafón usa como de costumbre diarios y libros para contar diversas partes de la historia, pero a mí me ha parecido un recurso algo fallido, en tanto en cuanto no son creíbles tales documentos. Es decir, no cuadra un "diario" tan artístico y literario, y encima destinado a no ser leído. Un diario (o memorias, confesión, etc), por lo demás, que aporta un secreto que no afecta a la trama en demasía ni aporta nada a los personajes tocados por la "confesión". Si quieres confesar algo, escribe una carta; si no quieres que se sepa, no escribas nada.

Otro bache se encuentra al final, con un anticlimático desenlace o epílogo de decenas de páginas, de tono metaliterario, donde el autor trata de cerrar el círculo de la serie introduciendo elementos que vinculan con "La sombra del viento" y su personaje emblemático Carax.

A mí se me ha hecho larga la novela. A pesar de que está bien redactada y revisada, me ha parecido lo mismo de siempre pero mucho más extendido. Zafón recrea, con su suerte de realismo mágico, una Barcelona alternativa, o sea, que no existe, pasada por su visión gótica y fantasmagórica, llena de mansiones decadentes, con salas polvorientas, colecciones de muñecas, almacenes abigarrados, cementerios, bibliotecas desmesuradas, lugares ocultos, un mundo subterráneo al que solo algunos tienen acceso... Abundan los sueños, donde el autor da rienda suelta a su verbo florido para lo fantástico. Y referencias a libros, librerías, clásicos de la literatura, a "letraheridos" (palabra de origen catalán que repite mucho). Tampoco se evitan escenas truculentas, o directamente gore, que recuerdan a películas de terror. En este sentido, Zafón da a sus fans lo que les gusta de él, lo que ha hecho su estilo, mucho más depurado y preciso en lo tocante a la prosa. En ese aspecto poco se le puede reprochar. Más pegas podrían ponerse a la forma de articular el argumento y desarrollar la trama y a alguna escena que busca meramente el impacto teatral, aunque no sea muy lógica.

En resumen, Zafón en estado puro, pero con dosis extra para fans que deseen rematar la serie del Cementerio de Libros Olvidados, para mi gusto bastante buena y entretenida hasta la mitad, luego no tanto, bien escrita, a veces excesiva, atemporal pese a estar ambientada en el franquismo (qué "original"), llena de recursos un poco manidos de folletín clásico (identidades ocultas o falsas, parentescos secretos, secuestros, hombres enmascarados, etc) que remiten a las fuentes de inspiración del autor. Me ha hecho gracia cómo Zafón evita que busquemos anacronismos al decirnos al inicio que los hay...

Off topic: aunque me gustaría que el autor escribiera algo totalmente nuevo y se olvidara para siempre de estos personajes, no estaría mal contar las aventuras de Alicia durante los años en los que no se sabe de su vida. Podría ser interesante, dado que el personaje promete. Ahí queda eso...

¿Qué te ha parecido la reseña? ¿Te apetece leer este libro? ¿Ya lo has leído? (Los comentarios están moderados con lo cual tardan un poco en salir. Gracias por tu opinión)


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