El laberinto -Parte1-

Ella se encontraba en una prisión, obscura y húmeda todas las paredes tenían un color plateado muy deteriorado, estaba encarcelada en una especie de laberinto.  Ya había olvidado cuanto tiempo tenia de estar en ese lugar, incluso había olvidado como llego y aseguraba que nadie la extrañaba en las afueras.
Una vez por semana dejaban salir a varios de los prisioneros a un patio de cemento donde apenas entraban los rayos de luz, para salir a ese patio eran dirigidos por un tipo alto, de piel obscura cuyo rostro ella nunca ha visto, no es que le interesara saber sobre aquel sujeto pero en ocasiones tenia curiosidad de como se veía. Cada vez que salían a este patio el sujeto tomaba un camino diferente, pasando por varias puertas, subiendo  y bajando gradas.
Puede que no siempre fueran al mismo patio, o puede que lo hicieran para que los prisioneros no supieran el camino a seguir, lo que ella si sabia es que siempre se quedaban en las mismas celdas las cuales se encontraban en una especie de sótano. Uno de esos muchos días que caminaban por los fríos pasillos del laberinto detrás del misterioso sujeto, ella noto que se encontraba al final de la fila y no era vigilada, así que decidió caminar más lentamente hasta que hubiera una distancia prudente, luego se desvió lentamente del camino hacia un corredor que parecía no tener fin, al cabo de unos minutos se encontró con una puerta de metal, titubeo en abrirla, respiro hondo...
Y atravesó aquella puerta...